Un país que tiene el primer lugar mundial en prostitución infantil, obesidad, secuestro y corrupción, es un país en problemas. Confamila.mx dice tener soluciones.
Cuentan de una rana que nadaba en una cacerola llena de agua fría a la que se encendió un fuego que poco a poco calentó el agua, que se puso tibia… y la rana se encontraba en una situación cada vez más agradable y siguió nadando.
La temperatura del agua fue subiendo… empezó a estar caliente, y la rana, que ya no gozaba como antes, se sintió cansada.
La temperatura continuó subiendo aún más, mucho más, hasta que llegó un momento en que la rana terminó cocinándose y muriendo.
Si la rana hubiese entrado de golpe en el agua así de caliente no hubiera pasado un segundo antes de que ella saltara para afuera.
Cuando un cambio se realiza de forma lenta, escapa a la conciencia, y la mayoría de las veces no provoca respuesta por nuestra parte, hasta que, o bien se reacciona cuando aún se está a tiempo, o sus consecuencias no tienen ya remedio.
Hace años, México no era lo que es ahora. El agua era tibia y nadábamos contentos en el estanque sin darnos cuenta de que la temperatura poco a poco subió – verdad tan incómoda como cierta- y el estanque comenzó a hervir… hoy todos corremos peligro.
De pronto, casi sin darnos cuenta, ocupamos lugares que ni en sueños hubiéramos ocupado antes. Ahora somos –según confamilia.mx- los número uno del mundo en indicadores importantes: prostitución Infantil, impunidad, obesidad, corrupción, secuestro y suicido.
La pregunta es doble ¿estaremos aún en condiciones de saltar del estanque? o ¿el calor del agua terminará por cocinarnos?
¡Es muy importante rescatar a la rana antes de que sea demasiado tarde!
Algunas de las cosas que hoy consideramos “normales”, hace años habrían sido impensables. Se han ido banalizando de tal manera que apenas nos preocupan o nos dejan indiferentes.
Todos sabemos, por ejemplo, que sábado tras sábado la juventud del país inevitablemente se emborracha y fruto de esa borrachera vienen todo tipo de acciones y accidentes: choques, pleitos, daños físicos, embarazos no deseados… pero nadie hace nada, campea la indiferencia.
Falta sociedad civil, falta capacidad de reacción.
Como dice Oliver Clerc: En nombre del progreso, de la ciencia, y del aprovechamiento, se efectúan continuos ataques a las libertades individuales, a la dignidad, a la integridad de la naturaleza, a la belleza y a la felicidad de vivir. Lenta, pero inexorablemente, con la constante complicidad de las víctimas, inconscientes, o quizás incapaces de defenderse, suceden cosas que no debieran suceder.
Confamilia.mx asegura tener soluciones.