Con el lanzamiento de su fundación, el expresidente Felipe Calderón arrancó ayer formalmente su intentona por establecer un Maximato de larga duración en el Partido Acción Nacional, y para tratar de influir, hasta donde lo dejen, en la vida política de México.
Como era de esperarse, en el evento estuvo presente Ernesto Cordero, a quien Felipe Calderón no pudo hacer el candidato de su partido, pero sí senador plurinominal.
Lo que es un hecho es que con los espaldarazos de Felipe Calderón a Ernesto Cordero, se reducen aún más las probabilidades de que el senador llegue a la presidencia del PAN.
Guardadas proporciones, el efecto es el mismo que hizo que Josefina Vázquez Mota se fuera al tercer lugar en las elecciones del 2012.
Siembra vientos
Como sucede cada vez que Felipe Calderón se aparece en público, ayer también se alteró el orden.
Y no porque se hayan aparecido en la escena los Caballeros Templarios, sino por la gran cantidad de guaruas del Estado Mayor que acompañan a uno de los presidentes más odiados por los mexicanos.
El expresidente no puede ir a ningún lado sin correr el riesgo de que le griten asesino, como ocurrió también ayer afuera del hotel, en Polanco.
El distractor
Los mal pensados que nunca faltan ya empezaron a decir que la detención de uno de los presuntos secuestradores del Jefe Diego, no es más que un poderoso distractor para que los señalamientos en contra del comisionado Alfredo Castillo, pasen a un segundo plano.
El sospechosísmo se funda en tres hechos:
El primero, en que el comisionado Alfredo Castillo es afín al grupo de Genaro García Luna, Luis Cárdenas Palomino y Facundo Rosas.
El segundo, en que la detención del presunto secuestrador apodado “El Pelacas” fue en el estado de Puebla, cuyo secretario de Seguridad Pública, Facundo Rosas, fue un lugarteniente de Genaro García Luna que cobró notoriedad por su cercanía con la comandante “Lore”.
Y el tercero, en que quien señaló a “El Pelacas” como presunto secuestrador del Jefe Diego, supuestamente fue el jefe de la banda “La Mano con Ojos”, que saltó a la fama justamente cuando Alfredo Castillo era procurador del Estado de México.
A ver si mañana no nos salen con que “El Chamuco”, presunto cómplice y compadre del “Satánico doctor No”, es responsable de la ordeña de gasoductos.
