En los próximos días se verá qué tan rudo sigue siendo el alcalde de San Pedro, Mauricio Fernández.
El edil panista es víctima del secuestro de su administración que le pretende aplicar el grupo del senador albiazul Raúl Gracia.
Los panistas de Gracia quieren repetirle a Mauricio la fórmula que utilizaron con al exalcalde Ugo Ruiz para controlarlo a través de posiciones en su gobierno.
Gracias a este chantaje, Luis Susarrey, un panista cercano a Raúl, despedido por Ruiz, regresará al Municipio de San Pedro convertido en secretario de Desarrollo Económico.
En una de estas hasta José Alfredo Pérez Bernal, dirigente estatal del PAN, acepta ser su subalterno como director de esta secretaría que se creará para complacer a Raúl Gracia.
Mauricio parece que no tiene de otra: si no cede a los chantajes corre el riesgo de que el Cabildo de San Pedro, que maneja Raúl Gracia y Víctor Fuentes, boicotee el nombramiento de Marco Heriberto Orozco como su City Manager.
¿Someterán también a Mauricio Fernández, el alcalde “rudo” de San Pedro?
La decadencia panista
El alcalde de Cadereyta, el panista José Santiago Preciado, confirmó ayer lo publicado el lunes en esta columna.
El edil panista acusó ayer públicamente a Mauro Guerra, dirigente estatal electo del PAN, de estar detrás del boicot que hacen los regidores de su partido a los nombramientos de su administración.
Ayer una vez más regidores panistas encabezados por Eduardo Leal Buenfil, secretario de Acción Juvenil, reventaron la sesión de Cabildo para no aprobar las designaciones de funcionarios que pretende hacer el alcalde.
Pero esta vez el edil panista (hasta ayer por lo menos) evitó la parálisis de la administración y nombró a funcionarios encargados de la secretaría de Ayuntamiento, tesorería municipal y Contraloría.
Los regidores panistas –afines al grupo del senador Raúl Gracia- amenazaron con iniciar en el Congreso del Estado un proceso para destituir como alcalde a Preciado.
Sólo porque el alcalde de Cadereyta le rechazó a Mauro meter a la nómina como aviadora a su madre Yolanda Villarreal.
Lo comentamos hace unos meses: la gran fractura del PAN de Nuevo León, la guerra por las migajas, estaba por venir.
Lo que ocurre en el Municipio de Cadereyta es lamentable y sólo exhibe la decadencia moral en la que ha caído el partido albiazul en el estado.
El cese de Camacho
El secretario general de Gobierno, Manuel González, anunció ayer la remoción de Jorge Camacho como director de Protección Civil del Estado.
Es un cese que llega a destiempo: Camacho tuvo que haber sido separado de su puesto desde la tragedia del Casino Royale hace 4 años y fincarle responsabilidades.
Como director de Protección Civil, Camacho validó las condiciones de seguridad del centro de apuesta y nunca más volvió a verificar el inmueble de la avenida San Jerónimo.
El exgobernador Rodrigo Medina lo mantuvo en el cargo –pese a sus omisiones- por su involucramiento en el negocio de la renta de helicópteros del Estado.
La red de complicidades mantuvo a Camacho en el cargo… hasta ayer que el gobernador Jaime Rodríguez lo despidió.
