Mátenme porque me muero
-Yo nunca me hubiera imaginado que me fueras a seguir hasta acá.
-Pos ¿qué otra cosa iba a hacer?
-Pos… olvidarme
-No pos no.
-¿Por qué no?
-Porque te quiero pendeja.
Palabras más, palabras menos, es como se adapta el largometraje estelarizado por Gael García Bernal y Verónica Echegui en los papeles de Eligio y Susana respectivamente, y sigue el satírico mundo de las comedias agridulces que ofrece el cine mexicano.
Hidalgo Neira-Yo nunca me hubiera imaginado que me fueras a seguir hasta acá.
-Pos ¿qué otra cosa iba a hacer?
-Pos… olvidarme
-No pos no.
-¿Por qué no?
-Porque te quiero pendeja.
Palabras más, palabras menos, es como se adapta el largometraje estelarizado por Gael García Bernal y Verónica Echegui en los papeles de Eligio y Susana respectivamente, y sigue el satírico mundo de las comedias agridulces que ofrece el cine mexicano.
De aquellas producciones llamadas del género Dramedy ahora llega otro aliento fresco inspirado en una novela que que vio la luz en las imprentas un primero de enero de 1982.
“Ciudades desiertas” de José Agustín, es recordado por Roberto Sneider y puesto en el mundo contemporáneo para narrar este amor desbocado que pugna que si amas a alguien, no l@ dejes ir, aunque trate de escapar, de esconderse en el fin del mundo, o haya renunciado a ti.
La cinta tuvo su estreno mundial en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, pero es hasta cinco meses después que se exhibe a nivel nacional bajo el sello de Videocine.
Sneider vuelve después de 21 años a explorar la comedia irónica, ya que en 1995 hizo “Dos crímenes” junto a Damián Alcázar, en la que a su personaje, Marcos González, huye de la ciudad acusado de asesinato y decide visitar a sus parientes en el pueblo de Muérdago, pero las relaciones de familia se complican luego de su llegada.
A pesar de que la filmografía del realizador capitalino es reducida, –sólo tres cintas en su haber– sus producciones se han destacado por lograr éxito tanto en taquilla como en el gusto de los cinéfilos, tal es el caso del filme “Arráncame la vida”, que en 2008 se realizó con un presupuesto de 6 millones 500 mil dólares y obtuvo la recaudación de 75 millones de pesos.
Además ambas películas previas fueron retratos audiovisuales de las novelas de Jorge Ibargüengoitia y Ángeles Mastretta, en ese orden, y se aplaude que el cineasta ha hecho un trabajo a calca en llevarlas al celuloide.
Ahora toca a la narrativa de José Agustín con “Me estás matando Susana”, de la cual todavía el literato no ha arrojado una opinión concreta al respecto, ya que en palabras de Sneider, en entrevista con Javier Poza en Radio Fórmula “no la ha visto terminada”.
Machista o no, crítica al costumbrismo o no, hecha para el público millennial o no, el filme llega en un momento de catarsis para las sociedades modernas que se disputan el encontrar el amor idílico, aunque este sea una utopía inalcanzable.
Como diría el buen Saúl Hernández, “esta enfermedad es incurable, esta enfermedad ni con un Valium”, ¿será que eso llamado amor nos está matando?
Habrá que ir al cine y enfrentar a los demonios del corazón, y ver si son un espejo hacia la realidad contemporánea, aunque no nos guste aceptar la verdad inexpugnable.
Entonces, si l@ amas, ¿l@ dejas ir…?