En medio del júbilo del triunfo de nuestra Selección, en un partido que con mucha autoridad supera a los japoneses tan ilusionados como nosotros para alcanzar su primera final olímpica en toda su historia, va mucho más allá y repercute de ida y vuelta hasta la luna y de regreso, de ese tamaño dimensiono la victoria del equipo mexicano por muchos aspectos: en primer lugar…
Se acaban los nuncas
Nunca habíamos podido alcanzar en un torneo de este nivel, y conste que después del Mundial están los Juegos Olímpicos y luego los que usted ponga, aquí sí se trata de hacer comparaciones, aún y a pesar de que quedaríamos mal porque somos campeones de la Sub-17 en dos ocasiones y nuestro Sub-20 el verano pasado hicieron historia también colándose al tercer lugar y por si fuera poco la Grande se llevó la Copa Oro de Concacaf y esto nos lleva a la Copa Confederaciones, pero aun así…
La dimensión es enorme
Nunca habíamos alcanzado en un torneo de esta trascendencia rebasar la ronda de nocaut después de haber calificado en primero o segundo de grupo y hay muchos temas que lo avalan.
Conste que no me voy a remontar hasta la edad media o los años 50 o 60, ni 70, basta recordar desde Estados Unidos 94, que es la nueva época de nuestro futbol, nuestros jugadores tienen, crecen, se entrenan, participan y se preparan con otra estructura mental y por la tanto ya no nos sabe igual el calificar como aquella ocasión en 1994 y ahí lo festejamos como si hubiera sido el logro mundial.
En sudáfrica queríamos más
Por esto no nos conformamos con calificar a la segunda ronda y que haya llegado Argentina pasándonos por arriba y nos acuchillen o lo que sea.
En los Juegos Olímpicos meternos a la segunda ronda era prácticamente, sino una obligación, sí algo que nosotros sentíamos, no en la bolsa tampoco, pero sí como que nuestra Selección está para estos niveles.
Y calificados a la segunda ronda comenzaron a aparecer nuestros fantasmas, el primero de ellos el llegar a la ronda de nocaut y que siempre nos pasaba algo, que si se resbaló un jugador, una falta de atención, una jugada a balón parado, que si jugamos muy bien pero el rival nos hizo un golazo, que si el árbitro nos acuchilla, que si resultó el grupo un desastre por debajo de lo que esperábamos.
A pesar de que jugamos muy bien en los Olímpicos de Atenas 2004 y el dolor que nos causó el no haber calificado a Beijing 2008, ya estamos en posición de exigir buenas cuentas y de obtenerlas, nuestros aficionados, fanaticada, los millones que seguimos el futbol, hemos sembrado por muchos años, hoy los dueños de los equipos, las selecciones nacionales y la FEMEXFUT lo cosechan, así que ya calificar a la segunda ronda es un compromiso adquirido desde el momento mismo que estamos en un Mundial o Juegos Olímpicos.
El segundo fantasma
Alcanzar a pelear las medallas, alcanzar una semifinal, ya sea en un Mundial o en Juegos Olímpicos, situación que tuvimos prácticamente en las manos, cuando sabíamos que se podía ganarle a Bulgaria en el 94, en aquella tanda de penaltis, o aquella parejísima contra Argentina en Alemania 2006 cuando nuestro equipo tuvo para ganar ese juego y luego vino el golazo del Maxi Rodríguez en tiempos extras que nos sacó el “quitar risas”, que tal en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96 con los sorprendentes nigerianos cuando sentíamos que la generación de Jorge Campos brillaría con luz propia y ahí nos quedamos, ese fantasma de no alcanzar una semifinal también lo hemos derrotado en Londres 2012.
El fantasma de la catedral
Llegar a Wembley siempre impacta, a algunos para bien a otros para mal, hace muchísimos años mi padre me platicó que la Selección Mexicana vino a Wembley previo al Mundial de Chile 1962 y los ingleses nos metieron ocho, luego en el Mundial de 1966 nos dimos por bien servidos cunado solamente nos metieron dos goles los propios ingleses y de ahí para el real, todavía previo a Sudáfrica 2010 nuestra selección vino a este escenario y en esta catedral Inglaterra nos pasó sino por arriba si con un segundo tiempo extraordinario.
Wembley Pesa
Pero para el grupo que comanda Luis Fernando Tena encabezado por Héctor Gonzáles Iñarritu, me platican ellos, en la intimidad del vestidor y de la concentración de la Selección Olímpica, que es el contrario, jugar en Wembley fue siempre una ilusión desde el momento mismo en que nuestro calendario nos envió a jugar en la provincia de Inglaterra, en Coventry, Newcastle, después en Cardiff que es País de Gales, llegar a Wembley fue un sueño, dos triunfos consecutivos más y alcanzar la gran final, esto como dice aquel comercial, no hay dinero que lo pueda pagar.
Cerca del título
El fantasma de acariciar un título ahí lo tenemos, estoy seguro que nuestros jugadores y lo platicaba en corto con Luis Fernando Tena y Héctor Gonzáles Iñarritu después de la conferencia de prensa, se van a motivar mucho más hoy que se quitan la presión de haber alcanzado la gran final, les aseguro que no la jugarán con mucha presión sino con mucha alegría y con mucha ilusión.
Esto no es casualidad
Lo señalaba Tena a pregunta expresa que le realicé durante la conferencia de prensa, este es un trabajo ya sistemático por parte de la FEMEXFUT y de los equipos, con esto no nos demos ya por campeones del mundo, pero sabemos que el camino va por aquí, la inversión que han realizado los dueños del balón y la Federación en fomentar la fuerzas básicas, los torneos Sub-15, Sub-17 y Sub-20, ahí están los resultados, en un poco más de un año le ganamos la Copa Oro a Estados Unidos y nos vamos a la Confederaciones con la Selección Mayor, somos campeones Sub-17 y tercer lugar en la Sub-20, por si fuera poco vamos a disputar el oro en el torneo más importante después de la Copa del Mundo.
¿Así o algún otro tema para festejar?, es el momento pues de tronar cohetes, ya después recogeremos las varas… Así de fácil.