La democracia electoral en México es un caso sui géneris comparada con la de países menos desarrollados, en los que por cierto hay menos dudas en cuanto a resultados presidenciales y, de ser necesario, hasta se registran segundas vueltas para dar plena certeza a la ciudadanía de lo que quiere en materia gubernamental.
Hasta hace pocos años los presidentes en turno de lo que fue el Instituto Federal Electoral, nunca se cansaron de alardear que el IFE era un ejemplo a nivel mundial. Mintieron soberanamente, pues el simple cambio de nombre o de siglas, confirman que esta dependencia responde a todo, menos a apostar por la imparcialidad.
Así, José Woldenberg, Luis Carlos Ugalde y Leonardo Valdez Zurita, no tuvieron la capacidad o simplemente respondieron al stablishment, pues la institución encargada de la transparencia e imparcialidad de los proceso electorales federales, dejaron más sospechas que certezas.
Diversas fuentes de información establecen que para el 2015, año electoral, el presupuesto para el Instituto Nacional Electoral, INE, será de poco más de 13 mil millones de pesos. Otras, precisan que esta cifra asciende a casi 20 mil millones de pesos.
De tal manera que el INE de Lorenzo Córdoba contará con una cantidad multimillonaria para, por fin, llevar a cabo comicios “transparentes”.
Apuestan a que el dinero en el INE se convertirá en la varita mágica para poner fin a los acarreos, a las amenazas, a los condicionamientos y a la compra masiva de sufragios a favor de equis o zeta partido político o candidatos.
Los Córdoba, los Nacif y los Murayama, están ciertos, pero no quieren aceptar que el fraude electoral en México es parte de la subcultura de la población, y que las cantidades multimillonarias que se canalicen a un proceso electoral, es simplemente ponerlas en el caño de todo lo que significa la estructura de la gran corrupción político-electoral en la que se incluyen a los partidos políticos, así como a los gobiernos estatales.
Resulta paradójico que a más dinero para el Instituto Nacional Electoral, la opacidad en las elecciones sea más profunda. La subcultura en este rubro no está ausente.
Nada más hay que limitarnos a observar la marca que traen los Consejeros del INE, y se caerá en la cuenta que de simples ciudadanos sin compromisos no tienen absolutamente nada.
Basta recordar a Alonso Lujambio, a Juan Molinar Horcasitas y a Santiago Creel, entre otros, los que accedieron a la política partidista disfrazados de Consejeros Electorales del IFE.
De ahí que la plena democracia electoral no se logrará con 13 mil millones o con casi 20 mil millones de pesos.
Si nos basamos en el presupuesto, tampoco se accederá a la democracia alimentaria, con cifras excesivamente irracionales, en tanto la subcultura de la corrupción continúe descapitalizando al sector agropecuario y la importación de alimentos nos convierta en dependiente de Estados Unidos.
El origen del mal, tanto en la democracia electoral, alimentaria y educativa, no es la ausencia de recursos financieros.
El origen del mal estriba en el hecho de que la política y la administración pública, en todos sus niveles, se han convertido en la manera fácil de hacer negocios a la sombra del poder.
Y, en todo este espectro, la democracia electoral no es la excepción.
Ahora sí, como dicen los que realmente saben, al tiempo.
Dados cargados o cartas marcadas en el PRD
“Los Chuchos” (Ortega y Zambrano) y Carlos Navarrete, desde hace mucho tiempo se encuentran tranquilos. No hay problema.
Tienen los dados cargados, o las cartas marcadas, para la elección interna del próximo presidente del Partido de la Revolución Democrática, PRD.
El robo de dos paquetes electorales en Teziutlán, Puebla (casilla 2109 y 2288), demuestra que si se roban entre ellos, qué sucederá al exterior de este organismo político que solamente responde a un pequeño grupo de “izquierdistas”.
La gran sorpresa de este proceso interno será el triunfo inobjetable de Carlos Navarrete, quien garantizará más de lo mismo o pan con lo mismo.
Jesús Ortega, “El Chucho Mayor”, continuará como el poder tras el trono. Nada más cambió de personero.
Asesinato por decreto en ‘Guardería ABC’
En Sonora, se cometió un asesinato por decreto.
Ocurrió en junio del 2009, cuando para ocultar una serie de ilícitos, el gobierno estatal mandó incinerar miles de documentos que estaban en una bodega adjunta a la Guardería ABC, donde por una orden oficial y como daño colateral, murieron 49 niños quemados.
Eduardo Bours Castelo, entonces gobernador de Sonora, está marcado por tres hechos que lo exhiben como ejemplo de la impunidad y de las complicidades oficiales. No ha respondido por ninguna da éstas.
Caso Guardería ABC: Carlos Andrés López Meza, alias “El Teniente”, era el jefe de escoltas del Carlos Lam Félix, secretario técnico del gabinete de Eduardo Bours.
López Meza, según las investigaciones, recibió la orden de Lam Félix para quemar la bodega adjunta a la guardería.
¿El mandatario Eduardo Bours estuvo al margen de todas estas maniobras?
“El Teniente” López Meza, dos meses después de la tragedia de la Guardería ABC, fue ejecutado de tres tiros en la cabeza. El hecho ocurrió el 17 de agosto del 2009.
Eduardo Bours y Lam Félix, nadan en el mar de la impunidad. En todo esto, Juan Molinar Horcasitas, como director del Seguro Social, tiene responsabilidad por su complicidad por omisión ante la tragedia, así como por las numerosas irregularidades que prevalecían para instalar guarderías sin medidas preventivas de seguridad.
¿Asesinato por decreto? ¿Crimen de Estado?
Caso rescate financiero: Bours fue presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y participó en el rescate financiero de grandes deudores del IPAB-Fobaproa, mediante la Unidad Coordinadora de Adeudos Bancarios Empresariales (UCABE), que salvó de la ruina a grandes empresas al negociar más de 10 mil millones de dólares, con quitas extraordinarias y tratos preferenciales y, previamente, participó como interventor de la corporación Del Monte, por lo cual le correspondió manejar la venta de esa empresa (Proceso 1233 y 1251).
Guillermo Ortiz Martínez, como titular de la Secretaría de Hacienda, nombró al entonces senador y aspirante al gobierno de Sonora, Eduardo Bours, presidente y director general de la multinacional Del Monte.
Caso Pemex-Gate: Fue el 28 de noviembre del 2002, cuando el consejero ciudadano del IFE, Jaime Cárdenas, advirtió que Eduardo Bours Castelo tenía cuentas pendientes con el Instituto Federal Electoral, en relación con los recursos privados con que contó la campaña presidencial del candidato del PRI, Francisco Labastida Ochoa.
Fue el mismo Roberto Madrazo quien denunció que el financiamiento de la campaña presidencial de Labastida, conocido como Pemex-Gate nunca entró a las arcas del Revolucionario Institucional y pidió que Eduardo Bours y el equipo de Labastida Ochoa, estaban obligados a explicar a dónde fueron a parar esas cantidades millonarias.
El carpetazo no se dejó esperar.
Todos los involucrados, cuentan con excelente salud económica, no así de mejoría política.
Retomando la desgracia de los 49 niños muertos en la Guardería ABC, la pregunta es obligada ¿qué se ocultó al quemar toda una bodega llena de documentos oficiales del gobierno de Eduardo Bours?
La plancha del Zócalo, gran estacionamiento
¡Ripley, aunque usted no lo crea!
En este espacio, desafortunadamente, no hemos bajado a México de ser un país bananero.
Al observar las gráficas en las que se muestra que la enorme plancha del Zócalo fue convertido en un gigantesco estacionamiento, confirmamos que lamentablemente vivimos en un país del Cuarto Mundo (con petróleo y con millones de mexicanos en extrema pobreza), donde el poder político-gubernamental se exhibe con prepotencia, absoluta prepotencia.
Lo ocurrido la semana anterior en el Zócalo de la capital del país, solamente demuestra un excesivo abuso de poder. No se puede explicar de otra manera.
Quien, o quienes, hayan tomado la decisión de hacer gala de fuerza y poderío con permitir que en ese lugar se estacionaran vehículos último modelo y se exhibiera la “actitud” de choferes y guaruras en ese sitio, reafirma que algunos sectores del Gobierno Federal continúan con el deslinde, la separación o el divorcio entre gobierno y sociedad.
Todo esto se demuestra con las excesivas medidas de seguridad en eventos oficiales del Gobierno de la República.
El abuso de poder y la prepotencia oficiales trataron de ser minimizados con un “usted disculpe, no se volverá a repetir”… hasta el año próximo.
No se deciden destapar la cloaca de la Línea 12
¿A qué le teme Miguel Ángel Mancera?
Han transcurrido varios meses desde que explotó la corrupción en la construcción de la Línea Dorada, o Línea 12 del Metro, y todavía no hay culpables.
Que Francisco Bojórquez, exdirector del Metro; Enrique Horcasitas, exresponsable del Proyecto Metro del Distrito Federal y otros 19 funcionarios menores, integran la lista que tiene la Contraloría del gobierno de MAM.
Sin embargo, no pasa nada.
¿Temerá el jefe de gobierno, Mancera, a que Bojórquez y Horcasitas, canten como canarios?
¿Y Marcelo Ebrard?
Mauricio Toledo y Alex Syntek
Platican que lo realizado en la Rotonda de las Personas Ilustres, por Claudia Cervantes, amiga muy cercana de Víctor Hugo Romo, delegado en la Miguel Hidalgo, es parte de los ilícitos del perredismo en la Ciudad de México.
Mauricio Toledo, otro perredista, delegado en Coyoacán, también atiende a sus amigos: por ejemplo, Alex Syntek, el 15 de septiembre ofrecerá una audición de una hora, por la que cobrará nada más 2 millones de pesos.
Es decir, el joven Syntek ganará 33 mil 333 pesos por minuto.
Miguel Ángel Mancera, con relación a los salarios mínimos, debería proponer esta cantidad para los trabajadores.
Y dicen que no hay dinero en Coyoacán.