Si el revés político que significó para Mauricio Vila la derrota del Partido Acción Nacional en la elección gubernatura de Yucatán pareció darle impulso a las aspiraciones de Marko Cortés para coordinar la bancada panista en el Senado, parece que los últimos acontecimientos, sobre todo las revelaciones de la tensión con Xóchitl Gálvez durante la campaña, podrían alejarlo aceleradamente de su objetivo, nos dicen.
Y es que no son pocos los futuros legisladores que tienen más simpatía por la excandidata presidencial que por el aún dirigente partidista, que poco a poco se va quedando sin aliados. Ya si el balance de los resultados del proceso electoral lo descartaron en automático para una posible reelección y también de llevar mano en la sucesión, mientras más detalles se conocen de su papel durante la campaña presidencial, peor parado va quedando.
A ver quién o quiénes más se apuntan para la coordinación en la Cámara alta.
También les afectó la alianza con el tricolor
Parece que no solamente a nivel nacional el PAN, o en menor medida el PRD, resintieron la alianza con el PRI, de acuerdo con sus propios análisis internos, sino también a nivel local.
Tal es el caso de Nueva Alianza en el Estado de México, partido que está muy cerca de perder su registro local, esperanzados aún de una interpretación del Tribunal Electoral que les permita sobrevivir. Si bien dentro de sus cálculos no proyectaban grandes resultados, tampoco esperaban tal debacle.
Al interior del partido ya consideran un error el haber ido en alianza principalmente con el PRI, pues en lugar de sumar y traerle beneficios, ha ido en declive. Tampoco pasan por alto, claro, sus propios errores, asumiendo que Nueva Alianza no ha funcionado como partido político pues nadie sabe cuál es su ideología, nadie conoce a su presidente, no tienen diputados, presidentes municipales ni regidores que los representen.