Los majestuosos 70mm

El séptimo arte tuvo una concepción en la que pasó de ser un producto para las masas, económico y sin marcar clases sociales, hasta que llegaron los grandes teatros de exhibición en los que se emulaba la sensación de acudir a una gala operística.

Quentin Tarantino busca recrear la sensación de esos grandes acontecimientos para el estreno de su nuevo filme “Los 8 más odiados”, el cual tendrá un estreno limitado con estas características el 25 de diciembre en Estados Unidos.

Hidalgo Neira Hidalgo Neira Publicado el
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El séptimo arte tuvo una concepción en la que pasó de ser un producto para las masas, económico y sin marcar clases sociales, hasta que llegaron los grandes teatros de exhibición en los que se emulaba la sensación de acudir a una gala operística.

Quentin Tarantino busca recrear la sensación de esos grandes acontecimientos para el estreno de su nuevo filme “Los 8 más odiados”, el cual tendrá un estreno limitado con estas características el 25 de diciembre en Estados Unidos.

Y es que el realizador se muestra reticente a abandonar la película análoga, a la fecha todas sus cintas han sido filmadas así, y el nuevo western que trae bajo el brazo no es la excepción.

Ahora más que nunca Tarantino busca sacarle jugo al celuloide ya que “Los 8 más odiados” fue filmada en 65mm, un formato en desuso que trae un amplio campo visual consigo, ya que la panorámica que ofrece es un aspecto de relación mucho más angosto y alargado, pero bellamente ejecutado es exquisito a los ojos.

El 25 de diciembre la producción cinematográfica que cuenta con Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Tim Roth y Channing Tatum en el reparto principal será estrenada en espacios selectos en los que se hará un roadshow pero, ¿qué significa esto?

En la época en que el cine no tenía límites en Hollywood, películas de producción épica como “Ben-Hur” (1959) o “Lawrence de Arabia” de 1962, contaban con este tipo de proyecciones, en las que todo era una gala, suceso y evento digno de recordar, las mujeres portaban su mejor vestido de noche y los caballeros sacaban el tuxedo para la ocasión.

Los roadshows se entregaban programas de mano para las cintas exhibidas y como eran películas de alto kilometraje –eran cientos de metros de cinta en los carretes– existían los intermedios, como si fuese un espectáculo más de teatro, ballet o arte escénico, el público aprovechaba para ir al tocador o discutir lo que había transcurrido en pantalla.

Tarantino busca replicar esta sensación y experiencia para las nuevas generaciones que desconocen el cómo se vivía el cine en el apogeo de la industria hollywoodense, pero todo aderezado del máximo que empuja al cineasta a seguir realizando sus producciones: proyectar la cinta en majestuosos 70mm.

Bob Richardson es el cinefotógrafo de cabecera de Tarantino, ambos decidieron filmar la película en el formato Ultra Panavision el cual consta de rodar en 65mm, los 5mm restantes son para los seis tracks de audio estéreo que lleva el filme.

Desde 1966 que este formato se había dejado de utilizar, los realizadores tuvieron que acudir con a la compañía fabricante de cámaras para que les prestaran los lentes especiales para lograr las tomas de gran angular.

Este festín cinematográfico será una zambullida a la nostalgia del séptimo arte, lamentablemente en México no se ha pronunciado que algún evento similar vaya a pasar en el corto plazo, la cinta se estrena en nuestro país en febrero del 2016.

Tarantino junto a Christopher Nolan, son de los cineastas que apoyan la vieja escuela de seguir utilizando el negativo para filmar, Kodak que estuvo a punto de ir a la bancarrota por dejar de producir el celuloide, tiene augurios de sobrevivir gracias a que los directores apoyan a que nuevos realizadores se monten en el tren de la filmación, pero esta es otra historia que dejaremos para la próxima.

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