Sin que le tiemble el pulso, el “Rey Midas” Victor Manuel Vucetich, toma la decisión no solo necesaria, sino indispensable para el accionar de “SUS” Gallos Blancos.
Era el minuto 46 y centavos, Pachuca ganaba 2-0, cuando Ricardo Osorio le mete planchazo a Walter Ayoví.
Más que descarado se ve la intención de pisarle el empeine, Ayoví colabora con clavado y gesto de agonía, llega el árbitro Alfredo Peñaloza con roja directa. Osorio va al vestidor y Vucetich decide sin pensarlo sacar a Ronaldinho y Sinha, sacrifcando el…
Talento en frasco pequeño
Que es lo único que podían ofrecer. Aquello del fuelle, del ir y venir nada más no es de ellos, mucho menos que les pidan sacrificio en defensa, que es lo que en ese momento requerían los Gallos del “Midas”. Si ya el 2-0 era un cuesta arriba muy empinado, el jugarlo todo el segundo tiempo con 10 era un reto mayúsculo.
Sinha y su talento a borbotones en Toluca hoy vive su tiempo de despedida con el talento reservado en frasquito de cristal, ni tiempo hubo de derrocharlo o siquiera irlo sacando a cuentagotas.
Vucetich requería dinámica aunque fuera de la corriente, de camión repartidor con velocidades que requieren clutch de calcetín fuerte, lo de Sinha es máquina de transmisión automática, suavecita y silenciosa, esta Liguilla es para echar laminazo y el exToluca ya no está para esos trotes.
Lo de Ronaldinho pasa por algo similar, 2-0 abajo y con 10 no da para tirarse esas de taquito o quedarse en el círculo de media cancha esperando balones a modo o que le pongan por ahí, ponerse el overol de trabajo ya no es lo suyo, vamos, no lo ha sido nunca.
Berrinche con todo y gritos
Ronaldinho se enoja, se enfurece, la medida de sacarlo así, un minuto antes del descanso es como una ofensa a su jerarquía y palmarés. Puede que sea cierto, solo que hay prioridades y en este caso el trabajo que Vucetich le pide al equipo es sacrificio, sacrificio y luego si queda un resto, más sacrificio, y “Dinho” no está para esos trotes.
La mujina del divo es evidente, su jerarquía lo justifica y en lugar de ir a la banca en solidaridad al grupo como sí lo hace Sinha, se va derechito al vestidor escoltado por tremendo guarurota, no vaya a ser que alguien se le atraviese para pedirle una selfie.
En el vestidor se escuchan gritos, quizá majaderías en portugués abrasileirado. Es igual, 15 minutos después se trepa a una camionetota que lo lleva derechito a Querétaro, quizá con alguna escala con fiestecita austera, no importa, el tema es que se fue con todo y su berrinche.
El Vuce y ‘Dinho’
El domingo Querétaro deberá remontar esos dos goles que no son la loza que muchos piensan y suponen, aquí sí se requiere que “Dinho” duerma bien el sábado con o sin compañía femenina, como sea que le vaya mejor, lo importante es haber hecho las paces con el “Vuce” y ya con la armonía en sus rostros y objetivos, que aparezca Ronaldinho y Sinha de arranque.
A fin de cuentas, esto es de 180 minutos y si alguien sabe jugarlo es precisamente Víctor Manuel Vucetich, cuyo talento y don de mando y más don de gentes, mano suave pero firme, se requiere con etiqueta de indispensable.
El domingo los Gallos juegan el partido de su vida y la de esa sufrida afición y ahí se requiere con urgencia lo mejor de este Querétaro y si se puede un poco más. Así de fácil.
