Como se esperaba, tras el inicio de una nueva administración federal, vuelven a surgir, en mayor o menor medida, los conflictos internos en los sindicatos. Es lo que se vive hoy en el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, que hoy encabeza Ricardo Aldana, en el que ante el cambio de gobierno, también se reactivó la disidencia y las demandas de un “cambio”, dicen.
Tras el llamado a la renovación de la dirigencia y con las intenciones de Aldana de reelegirse para un nuevo periodo, diversos grupos disidentes han pedido en una carta la intervención directa de la presidenta Claudia Sheinbaum, sin embargo, hasta el cierre de esta edición, no se había dado una respuesta.
Esto recuerda a lo que pasó hace seis años, donde incluso desde el periodo de transición, grupos de la disidencia sindical petrolera también pidieron la intervención del entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para evitar la reelección de Carlos Romero Deschamps y de otros líderes seccionales. Justo en octubre de 2018.
En ese entonces, y ni siquiera en el inicio de su administración, hubo una intervención real en la vida sindical, pero en 2021, finalmente Romero renunciaría, “por voluntad propia”. Paralelismos o no, veremos qué posición toma el Gobierno federal ante lo que se vive en uno de los sindicatos más importantes.
El diagnóstico y los acercamientos
Tras el primer diagnóstico presentado por el titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, en el que, entre otras cosas, mostró los estados con mayor tasa de homicidios, nos comentan que tiene agendadas más visitas como la que hizo al estado de Sinaloa, que gobierna Rubén Rocha, para apersonarse y dar banderazo a un nuevo despliegue de fuerza y una evaluación de la situación en la entidad.
Eso sí, por ahora los gobernadores de oposición sí tendrán que acudir al búnker de la dependencia en la capital del país como ya han hecho algunos, si quieren entrevistarse con el secretario de Seguridad.