Los cambios del Gato Pardo

Con la firma del adéndum al Pacto por México, los dirigentes de partidos políticos dejaron claro que están de acuerdo en no cambiar, al menos, tres cosas consustanciales al sistema político mexicano.

La primera: que los altos funcionarios del gobierno pueden incurrir en delitos electorales, sin temor a ser procesados penalmente.

La segunda: que los presidentes de la República siguen teniendo la facultad, meta constitucional, para mantener en su cargo a quien les venga en gana, sin preocuparse de lo que digan o dejen de decir los partidos de oposición, y mucho menos la población.

Rosario Robles continuará en su puesto, sin preocuparse. Lo del juicio político en su contra no dejó de ser una balandronada de la oposición.

La tercera: que todos los partidos políticos han desviado y seguirán desviando impunemente recursos públicos para comprar votos.

Tan es así, y seguirá siendo así, que durante la ceremonia de la resurrección del Pacto, el panista Gustavo Madero, denunció que el gobernador Rubén Moreira de Coahuila continúa incurriendo en el mismo tipo de prácticas condenadas en el “adéndum” del Pacto.

El adelantado Twitter

Para que a nadie le quepa la menor duda de que tanto el panista Gustavo Madero, como el perredista Jesús Zambrano regresaron de nuevo al huacal del Pacto, hoy se hará la presentación de la Reforma Financiera de Luis Videgaray, en el Palacio Nacional.

Así lo informó, como ya es su costumbre, el secretario de Hacienda a través de Twitter, adelantándose por lo menos dos horas a la Coordinación de Comunicación Social de David López.

Arraigo para deudores

Aunque la Constitución General de la República previene que “nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter puramente civil” la “avanzada” reforma previene la instauración de la figura del arraigo para el deudor.

¿Por qué mejor no se instaura el arraigo en el caso de tener sospechas –fundadas– que los hijos de Romero Deschamps o de Andrés Granier son los beneficiarios de los cochupos de sus papás?

Si estas medidas se generalizaran, se estimularía el crecimiento del sector inmobiliario mexicano.

Seguramente estos juniors inversionistas podrían optar por gastar en México, en lugar de hacerlo en Miami o en París.