En Nuevo León no se juega nada en los comicios del 5 de junio, pero para tres políticos de Nuevo León sí y mucho en la jornada electoral de este próximo domingo.
Se trata de los priistas Abel Guerra, Rogelio Cerda y el panista Alfonso Robledo, designados por sus partidos como delegados en tres estados donde se disputarán gubernaturas.
Si hacemos caso a las encuestas y sondeos que se han publicado, el único de los delegados que saldrá bien librado de su encomienda será el exalcalde de Escobedo y exdiputado federal.
En Durango, donde Guerra es el delegado del CEN del PRI, se perfila como ganador de la elección a la gubernatura el priista Esteban Villegas y Lety Herrera a la alcaldía de Gómez Palacio.
En cambio Rogelio Cerda la tiene mucho más complicada en Puebla, donde no se ve por dónde la candidata priista, Blanca Alcalá, podrá ganarle al panista Antonio Gali, delfín del gobernador Rafael Moreno Valle.
La misma suerte parece que correrá Alfonso Robledo en Zacatecas, donde el candidato de la coalición PRD-PAN, Rafael Flores, no tiene ninguna posibilidad de ganar el próximo domingo.
El regreso de Maderito a MTY
El gris desempeño que ha tenido el priista Adrián de la Garza en la Alcaldía de Monterrey está resucitando muertos.
El panista Adalberto Madero, Maderito, busca nuevamente postularse por el PAN para el municipio regio, que gobernó (por decir algo) entre el 2006 y 2009.
Se trata del mismo edil albiazul que entregó durante su gobierno dependencias como Tránsito al crimen organizado y Alcoholes al casinero Juan José Rojas Cardona.
La corrupción fue tan escandalosa en la gestión de Maderito que su mismo partido, el PAN, tuvo que expulsarlo, castigo que luego logró revertir en los tribunales electorales.
Uno de los que apoyan para que Maderito regrese a Monterrey es Zeferino Salgado, líder del Grupo San Nicolás, aunque en el PAN todos saben (quizá menos el ingenuo de Maderito) que Salgado sólo lo usa para que le cuide la candidatura al diputado federal Carlos de la Fuente, quien es de todas las confianzas de Chefo y su postulación significará la expansión de su grupo hacia la capital regiomontana.
Elizondo: mal y de malas
Últimamente el coordinador ejecutivo del Estado, Fernando Elizondo, no las trae todas consigo en el gobierno de Jaime Rodríguez.
El exgobernador y panista pierde todas las batallas. Elizondo no logró tumbar al procurador Roberto Flores y luego el Congreso del Estado no le aprobó su reestructuración y su nueva deuda.
Luego falló en su intento por conseguir para su equipo la supersecretaría de Administración, que recayó finalmente en Enrique Torres, exdirector de Agua y Drenaje y amigo de “El Bronco”.
El último de los fracasos de Elizondo fue la designación del nuevo director del Seguro Popular, un funcionario allegado a Manuel de la O, secretario de Salud.
Elizondo operó para que esta dependencia fuera una posición para Movimiento Ciudadano, el partido de Dante Delgado que lo postuló y que no se siente suficientemente representando en la nómina del gobierno independiente.
