Haiga sido por lo que haiga sido, no fue sino hasta que Felipe Calderón dejo de ser presidente de la República, que cayó Miguel Ángel Treviño Morales, mejor conocido como el Z-40.
Con la detención del cofundador de los Zetas, el otro golpe espectacular que faltaría sería la detención del “Chapo” Guzmán.
Detención, que por cierto, para el secretario General Cienfuegos, no es una obsesión, sino un deber para el Ejército.
Por fortuna para el gobierno federal el Z-40 está vivo.
Y es que si estuviera muerto, sus seguidores ya se hubieran robado el cuerpo como supuestamente sucedió en el caso de Heriberto Lazcano “El Lazca”.
“Al diablo con las instituciones”
Siete de los ocho consejeros del Instituto Federal Electoral terminaron cediendo a las pretensiones de Alfredo Cristalinas, jefe de la unidad de fiscalización, para imponer multas a los partidos contra toda lógica, y sin el aplicar el más mimo criterio de equidad.
Con toda razón, el presidente del PRD Jesús Zambrano sostiene que si los contadores como Alfredo Cristalinas hubieran trabajado para Andrés Granier, seguramente los tabasqueños los ciudadanos le habrían quedado debiendo al exgobernador que hoy está en la cárcel.
Para el presidente del PRD, el jefe de la Unidad de Fiscalización del IFE debe ser destituido de inmediato, porque Alfredo Cristalinas es un delincuente electoral, a juicio del perredista.
La pelota estará ahora del lado de la cancha los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Justicia, para ver si ellos también están de acuerdo con los consejeros del IFE en que un cierre de campaña presidencial cuesta 20 mil pesos, en el Estadio Azteca.
Desafortunadamente solo Alfredo Figueroa fue el único consejero congruente con la legalidad y el sentido común.
¿De dónde?
Sin duda que la noticia de que Enrique Peña Nieto hará una inversión de 4 millones de millones en infraestructura es una buena noticia.
Sin embargo, lo que no explicó el presidente es si los 800 mil millones de pesos que se invertirían en cada uno de los próximos cinco años, saldrán de un estratosférico aumento de impuestos, o de la contratación de más deuda.
Y es que 800 mil millones de pesos equivalen a un tanto y medio de lo que se recaudó de IVA en el 2012, o al doble de lo que deben todos los estados de la República.
