Me siento abrumado. Veo al mundo y son tantas malas noticias, tantos problemas sin resolver, que me falta el aire.
Los precios de todas las cosas siguen subiendo, las tasas de interés que cobran los bancos por un crédito están por las nubes y seguirán subiendo, hay temor de una recesión, la guerra entre Rusia y Ucrania, el cambio climático y, por si fuera poco, hay otra ola de COVID.
Esta incertidumbre no se va a acabar. Lo único que podemos cambiar es la forma en que vemos esta realidad y las decisiones que tomamos: enfocarnos en lo que está en nuestras manos y soltar lo demás.
Así lo hicieron Cristina Campero y su socio, Alejandro Noriega, cuando lanzaron su startup Prosperia en enero de 2020.
Prosperia es un emprendimiento de impacto social que surgió en el Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachussets, y que hoy está enfocado en la detección oportuna de diabetes y ceguera diabética.
En México hay más de 24 millones de personas que tienen diabetes o prediabetes, con riesgos de problemas en la vista, mientras sólo existen alrededor de cuatro mil oftalmólogos para atenderlos.
“En México tenemos un gran rezago en el acceso a servicios de salud oportuna. Nosotros buscamos democratizar este acceso a través del uso de tecnología”, explica Cristina.
A los tres meses de arrancar su empresa, llegó la pandemia y ellos tuvieron que parar en seco. Al pasar de los meses todo empeoró. Les congelaron los financiamientos, se cerraron por completo las posibles ventas y se paralizaron las alianzas.
Ahí fue cuando tuvieron que cambiar de mentalidad. “Fue un buen periodo para aprender mucho. Aprendimos cómo mantenernos motivados y cómo enfocarnos en las cosas que teníamos control y que podíamos cambiar”, dice la emprendedora.
Para no dejarse sobrellevar por la gran montaña de problemas y la incertidumbre, Cristina y su equipo se enfocaron en las cosas que sí podían hacer para seguir avanzando en la dirección adecuada.
“Para nosotros fue un cambio de mentalidad, un cambio de paradigma y decir OK, no vamos a tener ingresos, no vamos a vender nada este año. Hay que enfocarnos en el producto, hay que enfocarnos en ofrecer pilotos gratis, empezar a probar las soluciones, refinarlas, ajustarlas, volverlas a probar”, cuenta.
Gracias a esta mentalidad, terminaron 2020 con soluciones mucho más fuertes, con una propuesta de negocio mucho más atractiva para todos sus aliados. Así, a principios de 2021 las cosas empezaron a mejorar y hoy su solución tiene presencia en Ópticas Devlyn, SalaUno, DiabeSmart, Punto Clínico, así como instituciones públicas, aseguradoras y cadenas de farmacias.
Hace 40 años, el economista Premio Nobel Herbert Simon escribió: “Una gran cantidad de información crea una pobreza de atención.”
Por eso, hoy nos urge, a ti y a mí, seguir los pasos de Cristina, desenchufarnos de todas estas malas noticias para enfocar nuestra atención y esfuerzos en lo que sí podemos cambiar, en lo que está en nuestras manos. Y lo demás: soltarlo y dejarlo volar.
Genaro Mejía es periodista digital y de negocios con más de 20 años de experiencia y LinkedIn Top Voices 2019