Llénalos de fichas
¿Sabías que el autoestima de tu hijo depende en gran parte de ti? Richard Lavoie hizo un estudio donde muestra la importancia del autoestima en los niños.
Para explicar mejor su teoría hace una analogía entre las fichas de póker y el autoestima, entre más fichas tenga un niño es mayor su seguridad y por ende tendrá mejores oportunidades de tener éxito en su vida.
Annette Manautou¿Sabías que el autoestima de tu hijo depende en gran parte de ti? Richard Lavoie hizo un estudio donde muestra la importancia del autoestima en los niños.
Para explicar mejor su teoría hace una analogía entre las fichas de póker y el autoestima, entre más fichas tenga un niño es mayor su seguridad y por ende tendrá mejores oportunidades de tener éxito en su vida.
Imaginen dos niños en un salón de clases: Nico y Pablo. Nico tiene miles y miles de fichas, ¿cómo creen que las obtuvo? Cada vez que le pasaron cosas buenas, cuando lo nombraron líder de su equipo, cuando le reconocieron el esfuerzo que puso en clases o cuando lo premiaron sus papás.
Nico va a su graduación con la más bonita de la generación, tal vez ese día le salga una espinilla en la nariz que lo haga perder 3 mil fichas, pero aún así tiene tantas que no le afecta.
Por otro lado tenemos a Pablo con solo 10 fichas, él nunca fue líder de ningún equipo, tampoco fue a la graduación porque la niña con la que quería ir lo rechazó, nunca le reconocieron su esfuerzo y nunca sacó buenas calificaciones. Los dos van en el mismo salón, sin embargo, están en condiciones muy dispares.
¿Sabes jugar póker? ¿Si tuvieras solo 10 fichas las apostarías? De ahí viene el hecho de que Pablo no quiera ir al colegio. No tiene fichas suficientes para apostar, pero los papás insisten en que ¡su hijo tiene que jugar!
Un niño que tiene muchas fichas, se anima a participar en clase, a pedir lonche en el recreo, a hacer amigos nuevos o a ser portero sin importarle que le metan gol. En cambio un niño como Pablo no se va a arriesgar a jugar las únicas 10 fichas que tiene.
Un día están los dos en clase y la maestra pregunta: ¿quién fue el presidente de México en 1988?, Nico contesta: “Creo que Miguel de la Madrid”, y piensa, que me importa si no acierto la pregunta si como quiera me quedan toneladas de fichas y esto solo me va a costar cinco. Su respuesta fue incorrecta.
Por otro lado Pablo piensa “creo que es Carlos Salinas de Gortari, pero no estoy seguro”, y se queda sin contestar porque todavía le falta llegar al recreo y necesita fichas para seguir jugando. Mientras lo piensa, la maestra dice la respuesta correcta: “Carlos Salinas de Gortari”.
El problema de autoestima con los hijos se da cuando no tienen suficientes fichas, es importantísimo saber cómo las pueden obtener y así ayudarles a construir ese amor propio.
Es tan fácil, solo necesitas encontrar ese pequeño detalle que hace bien y reconocérselo, tratando de hacerlo sentir especial por eso. Cada vez que lo hagas estarás dándole fichas.
Por ejemplo: tu hijo esta cenando y tira su vaso de leche, tu reacción automática es regañarlo, le gritas lo distraído que es, le aseguras que por eso le va mal en el colegio, le dices que estás harta de tener que aguantar, que nunca pone atención a lo que hace, que pareciera que lo único que quiere es hacerte enojar y arruinarte el día, y acabas mandándolo a su cuarto sin cenar.
Tu hijo llega a su cuarto sin fichas. Y piensas “creo que fui muy dura con él y realmente mi enojo no era con él sino con mi jefe que me tuvo trabajando hasta tarde.”
Entonces vas a su cuarto y le pides una disculpa, justificas tu mal humor, aceptas que estuviste mal y le prometes que no volverá a pasar. Tu hijo acepta tus disculpas y te da un abrazo.
El problema es que con el regaño, los gritos y los insultos le quitaste 50 fichas y tu disculpa solo le devuelve 10.
No puedes hacer eso con los niños, no le puedes quitar esa cantidad masiva de fichas a tu hijo. Date cuenta de que por tus reacciones no pensadas, estás haciendo tu trabajo como padre mucho más difícil.
A veces no nos ponemos a pensar en lo que puede pasar con un niño cuando llega a los 18 años y no tenga suficientes fichas para jugar el juego de la vida.
¿Sabes cuántas fichas se necesitan para pedir trabajo por primera vez? O ¿cuántas se necesitan para pedir matrimonio? Miles y miles de fichas. Si las personas batallan para conseguir esto es porque no tienen fichas suficientes para jugar el juego de la vida de un adulto. Es entonces cuando el suicidio, las drogas y demás adicciones empiezan a hacer sentido.
Si quieres colaborar con la autoestima de tu hijo asegúrate que se vaya todos los días a la cama con más fichas que el día anterior y trata de quitarle las menos fichas posibles, así de simple.