En vísperas de los trabajos de la XXII asamblea priista, sus principales liderazgos ya están enviando señales claras sobre el rumbo que podría tomar uno de los temas más espinosos: el cambio de estatutos para permitir un candidato presidencial no militante. La palabra de moda entre los priistas es ‘flexibilidad’. César Camacho, coordinador de los diputados del PRI reconoció que al PRI ya no le alcanza solo con su militancia por lo que pide flexibilizar los candados, mientras que Enrique Ochoa, el líder nacional, cree que los estatutos deben entenderse de forma ‘flexible’. ¿Así o más claro?.
Frente opositor busca
Al interior del PRD y del PAN -a los que más les interesa- el proyecto del frente no les cuadra a todos. Para que a los militantes les haga ojitos se requiere de un candidato que realmente resulte atractivo, como por ejemplo el ex rector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente. Ah no, él ayer ya dijo que no le interesa. Así que el reto una vez que hayan logrado formar el frente, será encontrar candidato.
¿De cuchillos largos?
Ahora sí, preparen sus palomitas porque el próximo miércoles habrá una batalla campal en la Asamblea Legislativa de la capital. Será el día en que el delegado de Tláhuac, el morenista Rigoberto Salgado, tiene que acudir a comparecer por toda la situación del narcomenudeo, “El Ojos” y todo lo que hay en su delegación y que él ha negado una y otra vez. En el PRD ya preparan todas sus armas para tratar de provocar el primer sacrificio humano de Morena, pues saben que la caída de Salgado pegaría directo al corazón de ese partido estando tan cerca de la elección del 2018. Los diputados de Morena esperan las instrucciones de su Comité Nacional –léase AMLO- para saber si sacarán espadas y escudos para defender a Salgado o si lo abandonarán antes de que pueda hacer más daño a su partido. Hagan sus apuestas.
