En el Congreso de Nuevo León con la aprobación de la Ley Electoral se impuso la raja política, la simulación y la prebenda por encima de la razón y del bien común.
La cúpula PRI-PAN dio una muestra del poder (cada vez más disminuido) que tienen para manejar el Congreso estatal y proteger sus intereses.
Lo de ayer y ellos lo saben será en detrimento de la vida política interna de los partidos por el golpe que significa la falta de espacios para las mujeres.
La coordinadora independiente, Karina Barrón, se levantará como la adalid de las mujeres en Nuevo León, capital político que le servirá para su proyecto de buscar la alcaldía de Monterrey.
El diputado independiente, Samuel García, sacará provecho en imagen a la judicialización a la que será sometida la nueva Ley Electoral.
Hasta el gobernador Jaime Rodríguez, tan abrumado últimanente, tendrá la oportunidad de revivir su viejo discurso contra los partidos políticos.
En fin: mucho circo pero ahora sin pan en Nuevo León.
‘La paridad de género me vale’
Que lo diga un diputado hombre es entendible, pero que una mujer legisladora como la priista Rosalva Llanes considere que la paridad de género es un asunto que no le importa es grave.
La exsecretaria de Humberto Medina Ainslie, padre del exgobernador Rodrigo Medina, ayer en la madrugada al menos fue congruente con lo que dijo en varias reuniones en el Congreso del Estado sobre lo de garantizar en la ley la participación de las mujeres en condiciones de igualdad.
Llanes no sólo votó en lo general a favor de la Ley Electoral, omisa en garantizar la paridad horizontal, sino votó en contra del acuerdo de reserva sobre la paridad que impulsaron sus compañeras legisladoras tricolores.
Claudio Tapia, hombre admirable
Hasta sus últimos días Claudio Tapia nunca perdió la esperanza de que la regiomontana se convirtiera en una sociedad participativa y comprometida en los problemas de la ciudad de Monterrey.
“No siempre nacimos para perder”, contaba don Claudio.
“A veces se gana, a veces se pierde. Creo que hemos fallado en contarle a la gente que a veces hemos ganado”.
Hombre de mil batallas, inalcanzable en su activismo social, don Claudio falleció ayer durante la operación a la que fue sometido para trasplantar un hígado.
Abogado fiscal, maestro, hombre de ideas, don Claudio abanderó siempre causas sociales: la defensa del Parque Fundidora contra Fernando Canales, por ejemplo. O la defensa del Parque La Pastora en contra de la construcción del estadio de futbol de los Rayados del Monterrey.
Su activismo, su compromiso social, la ilusión de que era posible otro mundo, otra ciudad hoy es el legado que deja a una generación de activistas y ciudadanos que seguirán en resistencia. Descanse en paz, don Claudio Tapia.
Nuestras condolencias más sinceras para su familia y especialmente para su hija la promotora y activista Claudia Tapia.
