Nada más tuvieron que pasar 40 años para que LeBron James pudiera cruzar el umbral hacia el Olimpo de lo memorable. Recibió de manos de Kareem Abdul-Jabbar el balón y con ello la estafeta al nuevo histórico del basquetbol mundial. Ahora, nadie como él ha marcado tantos puntos. A ver cuántas décadas pasan para que él ceda su sitio.
Esta columna se cierra el miércoles 8 de febrero de 2023, un día después de la apoteosis vivida en la Crypto.com Arena de Los Ángeles, luego de que el chico de Akron, Ohio, logró el hito a sus 38 años de edad, al marcar 38 mil 388 puntos ante Oklahoma City Thunder y superar por uno el récord de Abdul-Jabbar. Todavía anotaría una canasta más de dos puntos para ensanchar aún más el nuevo registro.
La expectativa sobre lo que hiciera LeBron en la duela permeó la noche en el escenario. El cuatro veces campeón promedia más de 30 puntos por juego y la posibilidad del nuevo récord se convirtió en el atractivo principal.
Los ojos del mundo se depositaron en este episodio único, no solamente los auditores de Guiness.
La reminiscencia de Pelé
Viene a la memoria de quien esto escribe un capítulo de leyenda deportiva, pero suscitado el 19 de noviembre de 1969 en Río de Janeiro. En una época en la que no existía la televisión vía satélite ni mucho menos las redes sociales.
El mundo entero tenía la mira puesta en un minúsculo punto de Brasil que significaba el universo para una república pululante, la de los amantes del futbol que seguían los sucesos por medio de publicaciones impresas y de la radio.
A las 11:11 de la noche de esa fecha, Edson Arantes do Nacimento, a quien apodaban Pelé ingresaba a la historia dorada del deporte.
Su equipo Santos enfrentaba a Vasco da Gama en el Estadio Maracaná, pero el encuentro era lo que menos interesaba. Todos aguardaban un momento, un instante y una certeza, que el hombre perfecto para el balompié plasmara su firma en la leyenda y de una vez por todas anotara el gol más importante de su carrera. Sí, el que marcara después para superar la cifra capicúa –que se lee lo mismo al derecho que al revés– de 999.
Toda la existencia parecía conspirar, pero faltaba algo aún más mágico.
Los hombres del Vasco da Gama daban la impresión de estar dispuestos a amargarle la fiesta a O’ Rei, así que se dedicaron a patearlo de forma escalonada, es decir, que pasara el balón, pero no el hombre. Para ello, la misión era turnarse para tirarle al negro.
Sin embargo, el reglamento era para todos, incluso para los mañosos. Una de esos leñazos derribó a Pelé para que el árbitro marcara penalti sin dudar.
Todos los fotógrafos agradecieron al cielo, porque estaban justo detrás de la portería atacada por el Santos en espera del gol de Pelé, y ahora tendrían la oportunidad de tatuar el recuerdo en celulosa y negativos. El público estaba feliz de poder participar como testigo de la hazaña.
¿Otro 11? El genio tomó el esférico para colocarlo desde ese número de pasos para perfilarse, mientras el inmueble enmudecía, temeroso de distraer con su aliento al ídolo. Él puso el proyectil en el manchón y tomó vuelo.
Tras efectuar una carrera lenta de cuatro pasos, se detuvo a centímetros del balón y para detener la respiración de todo el planeta. Tras unas milésimas de segundo pateó a la derecha del guardameta victimado por el cambio de ritmo. Nunca alcanzaría el envío del gol mil de Pelé.
El ‘10’ de la perfección corrió a recoger la bala aún humeante entre sus manos para besarla sin importarle los estragos de la alta temperatura. Enseguida volteó al cielo y le agradeció. ó con el ritual de la vuelta olímpica. Un río de gente lo siguió a su paso, mientras Pelé lucía su sonrisa descomunal.
Los festejos duraron más de media hora mientras en el centro del campo el árbitro aguardaba para reanudar el presente… que la historia cesara su trayecto.
El ‘11’ en el contexto de la numerología del Tarot y de diferentes teorías esotéricas representa nuevo comienzo y evolución. #¿Será?
La hora de James
La noche del 7 de febrero fue especial en el momento en que LeBron James logró el doble con el que derribaba la marca de Kareem. En ese preciso instante se encendieron las bengalas y se detuvo el partido.
En un hecho que despertó la ovación general, LeBron caminó al centro de la cancha para recibir de su adversario histórico, pero también figura de Lakers, quien le entregó el balón en señal de relevo ante la cercana presencia del comisionado Adam Silver, que aplaudió el abrazo de los espigados personajes que tanta gloria le han dado a la entidad angelina.
El nuevo recordman empapó el número 6 de su jersey con el propio llanto ante gritos simultáneos de Kareem y LeBron James.
Lo cuenta con una frialdad que contrasta con el fulgurante estilo de encestar. La pobreza era su modus vivendi, porque tuvo que batallar para alejarse del reino de las adicciones y venta de estupefacientes. La protectora de LeBron fue su propia virtud, su alta capacidad para realizar deporte.
Con apenas 12 años de edad su fortaleza física, agilidad e inteligencia cautivó a scouts de futbol americano y basquetbol.
En 2003 ingresó a la NBA para los Cleveland Cavaliers y en 2011 fue fichado por Miami Heat, donde se coronó en 2012 y 2013, para regresar a su equipo de origen y jugar cuatro Finales consecutivas, conquistando el cetro en 2016. La alta precisión para acumular puntos fue desde el principio su mejor credencial.
Su activismo contra las injusticias raciales le ha generado un poder de convocatoria con 144 millones de fans solamente en Instagram. Admirador permanente de Michael Jordan, no tiene empacho en decir que mientras juegue basquetbol será el mejor exponente de todos los tiempos.
El nuevo Olimpo
El deporte reseña historias de triunfo y captura momentos irrepetibles que quedan como tesoro de inspiración de los seguidores.
Días antes de la consagración de LeBron James, otro grande, este del futbol americano, anunció su retiro formal del emparrillado. En la crónica de un adiós muy anunciado, Tom Brady dijo que seguirá el viaje del ovoide, pero desde otras trincheras, entre ellas la del análisis del juego para la cadena de TV restringida FOX Sports por una cantidad de ensueño en un contrato sin precedentes: 400 millones de dólares por 10 años.
No, ya no habría marcha atrás. Después de jugar 23 temporadas consecutivas y a los 45 años de edad, el quarterback se marchó tras la eliminación de los Tampa Bay Buccaneers. Lo dijo él mismo en un mensaje de redes sociales expresado el 1 de febrero de 2023.
También en México hace aire. Un personaje fascinante del deporte ochentero, Fernando Valenzuela fue notificado de que recibirá de los Dodgers de Los Angeles el mejor homenaje posible, puesto que su número 34 que tanto lució como pitcher estelar será retirado.
El evento protocolario se realizará a lo largo del 11 al 13 de agosto, cuando pongan a ondear su franela en todo lo alto del Dodger Stadium.
De esta manera, el equipo californiano manifiesta su gratitud por tener en sus líneas al mejor pelotero mexicano de todos los tiempos, el ‘Toro de Etchohuaquila’, lo cual se reseñó con la consecución del campeonato de las Grandes Ligas en 1988.
Los héroes no tienen fecha de caducidad. #Oook
Fuentes externas: La Verdad Noticias, Columnas del autor en Forbes.com.mx, el Heraldo de México y Fan Datos de CID Consultoría