Los gobernadores priistas en los estados que tendrán elecciones en 222 están entregando las plazas, y el ejemplo más claro de esta situación es que, Alejandro Murat, mandatario oaxaqueño, de plano no irá en alianza con el PAN y el PRD en Oaxaca para defender su gobernatura.
En la práctica, y de forma muy poco sutil está entregando la plaza a Morena. La gran pregunta sería: ¿Por qué?, ¿Qué le saben a Murat que esta dispuesto a traicionar a su partido y a sus principios?
Y en Hidalgo no se diga, con Omar Fayad, quien sigue intentando tirar la alianza en su entidad, pero no tanto por querer imponer a su delfín, como por entregarle las llaves en bandeja de plata el partido guinda.