Según el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio de México, un feminicidio se refiere al asesinato de mujeres por parte de hombres que las matan por el hecho de ser mujeres, motivados por la misoginia y el sexismo.
La situación en nuestro país se ha ido transformando y aumentando. A partir de 1993 en Ciudad Juárez, Chihuahua, la incidencia delictiva relacionada con homicidios dolosos de mujeres aumentó drásticamente.
Las cifras oscilaron entre 350 y 500 hasta 2005. La manera brutal en que se cometieron muchos de esos crímenes, aunado a las insuficientes acciones realizadas por parte de las autoridades, detonó lo que ahora se comprende y denomina como feminicidio.
Al pasar de los años, la problemática no se limitó a Ciudad Juárez, sino que avanzó de manera drástica y sin control, de forma alarmante en todo el país. En enero de 2015, 33; en enero de 2016, 44; enero de 2017, 51; enero de 2018, 69 feminicidios; y en el mismo mes de 2019, se cometieron 75 feminicidios. Tan sólo en el primer mes del 2020 ocurrieron 73 feminicidios, de acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).
Al analizar los feminicidios, más que situarlos como consecuencia o causa de la impunidad, debemos reflexionar sobre los límites que ha alcanzado la violencia contra las mujeres en México en estos tiempos, pensar a quienes cometen los crímenes como productores y reproductores de impunidad desde la sociedad.
Los feminicidios le duelen a nuestro país, nos duelen a nosotros los mexicanos, porque son nuestras mujeres mexicanas, es responsabilidad de Estado, pero también de nosotros como sociedad; por lo que este grave problema es asunto de todas y todos y así debemos buscar soluciones integrales, donde estemos comprometidos y vayamos de la mano Estado y sociedad.
Como sociedad debemos responsabilizarnos y hacer lo que nos corresponde para fomentar el respeto y los valores desde el seno familiar y no caer en la barbarie; debemos exigir al gobierno pero también cumplir con la parte de ser mexicanos, cuidar nuestro país, nuestro entorno, nuestra familia, nuestra comunidad.
En el Grupo Parlamentario de Morena estamos a favor de las estrategias pertinentes. En ese sentido estoy de acuerdo con el trabajo iniciado por el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien anunció que trabaja en una reforma para que el delito de feminicidio se castigue con hasta 60 años de prisión.
De acuerdo con la iniciativa que piensa presentar el senador Monreal, busca cambiar La Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para que se establezca de manera clara y uniforme en todo el país la tipificación del delito de feminicidio, así como las sanciones y se incluya la perspectiva de género en su investigación y enjuiciamiento.
En este contexto, el paro nacional #UnDíaSinNosotras convocado por mujeres de todo el país, forma parte de la legítima libertad de expresión, de asociación y de manifestación, y es un ejemplo de presión social que busca crear conciencia y generar una reacción en todos los mexicanos, no sólo en las autoridades.
El propio presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, señaló que él mismo es resultado y ejemplo de presión social, además anunció que va para adelante el tema de la Fiscalía Especializada en Delitos contra las Mujeres, así que es bueno que las manifestaciones sociales pongan en orden a las autoridades, es parte de la corresponsabilidad que debe haber entre miembros de una sociedad.
Es un buen momento y los hombres apoyamos a las mujeres en esa libertad de expresión, hay que evitar que se agredan los derechos de otros y eso es responsabilidades de todos.
Hagamos a un lado el tema de los partidos y enfrentemos juntos esta realidad que viene del pasado y que a los que estamos hoy aquí y ahora no nos conviene eludir. Es una realidad y responsabilidad que nos toca, así hay que entenderlo en una franca autocrítica. Las mujeres nos unen a todos y hoy más que nunca no hay que regatear esfuerzos ni apoyo.