Detrás de la genialidad de las estrellas del Mundial hay una historia trabajo, esfuerzo, disciplina, sacrificios y otras virtudes que nos conviene a todos descubrir.
La Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014 es la XX edición del evento que desde 1930 se la realizado cada cuatro años -excepto en 1942 y 1946 por la Segunda Guerra Mundial- con la participación de las naciones del mundo entero. Es la fiesta deportiva del planeta.
A partir de ya, en nuestro mundo todo gira entorno a la Copa del Mundo. Dicen los que saben que dos de cada diez habitantes del planeta vibrarán con el evento.
Participan 32 países, dentro de los cuales se encuentran –qué duda cabe- los más importantes del planeta: Brasil, Alemania, Estados Unidos, Inglaterra, Japón, Nigeria, Costa de Marfil, Rusia, Australia y Grecia… solo por citar algunos.
Los favoritos indiscutibles: Brasil, Alemania, Argentina, Holanda, España, Inglaterra y Uruguay.
Alguien dijo alguna vez que el futbol es lo más importante de lo menos importante, la frase se quedó corta, hoy por hoy es una de las industrias más importantes del planeta.
En este Mundial las selecciones más caras son las del Brasil, España y Argentina, con un valor por equipo de mil 577; mil 562 y mil 464 millones de dólares respectivamente; mientras que la más barata, Costa Rica, tiene un valor de 64 millones de dólares. México, en términos de valor, ocupa el lugar 27, con 146 millones de dólares.
Si por euforia entendemos un estado de emoción, excitación y júbilo superior, podemos afirmar que el mundo vive ya la euforia del Mundial. La fiesta ha empezado, está en todas partes: en el comercio, en la política, en la academia, en la familia, en la calle, en la cocina, en la religión, en las finanzas personales y, desde luego, en los medios y en las redes sociales.
El Mundial es, después de la Navidad, la fiesta más importante del planeta.
El futbol es un deporte que se practica con los pies, pero se juega con el corazón.
Un juego mágico de fantásticos resultados fruto de una ecuación de muchísimas variables: carácter, disciplina, estrategia, capacidad, trabajo en equipo, fortaleza, técnica, corazón….
Está por empezar el Mundial más visto y espectacular de la historia.
Ojalá sepamos entender todos –jóvenes y adultos, hombres y mujeres, aficionados y meros espectadores– que detrás de la genialidad de esas estrellas del balón hay una historia trabajo, esfuerzo, disciplina, sacrificios y otras virtudes de las que el mundo de hoy está necesitando.
Vicente del Bosque, el entrenador de España, actual campeón mundial, lo explicaba mejor cuando decía a sus jugadores: “el esfuerzo, el sacrificio, el talento, la disciplina, la solidaridad y la modestia, además de la deportividad y el honor es lo que verdaderamente nos hizo campeones, es lo que nos llevó a la victoria”.
Son los metalenguajes del Mundial que tanto bien hacen a la humanidad ahora. Bienvenido al Mundial y que gane el mejor.