De desastre ecológico a golpeteo político, el tema de la laguna de Cajititlán ha pasado por muchas trabas que muestran el poco interés de autoridades municipales o del estado a una problemática que ocasionó la muerte masiva de peces.
No es el primer ecocidio de este tipo con epicentro en la industria de Tlajomulco de Zúñiga.
Este es el segundo caso en que una empresa es acusada por el gobierno de dicho municipio de haber derramado melaza -sustancia que causa la muerte masiva de peces-; en la presa de Valencia o El Hurtado sucedió lo mismo apenas en julio de 2013.
Y aunque el Ayuntamiento de Tlajomulco interpuso una denuncia contra Tequila Reserva del Señor, lo cierto es que los propios funcionarios del municipio habían sido citados apenas a mediados de agosto pasado a declarar ante la Procuraduría General de la República (PGR), por el tema de Cajititlán.
Desde 2013 hay una denuncia que presentaron los ejidatarios propietarios de las tierras alrededor de Cajititlán.
El propio alcalde, Ismael del Toro, acudió a declarar, aunque minimizó el caso y lo señaló como golpeteo político. También acudieron Alberto Uribe (ex alcalde interino a la salida de Enrique Alfaro para ser candidato a la gubernatura en 2012) y los funcionarios que participaron en su administración, cuando fue firmado el comodato
Pero los ejidatarios señalan que los funcionarios no han cumplido con su parte.
Entre otras cosas reportan la falta de infraestructura para el saneamiento de la laguna que sería construida como parte del convenio al que se llegó con el municipio.
Fuentes cercanas al caso señalan que próximamente serán citados de nuevo por la PGR algunos ex funcionarios de Tlajomulco, entre los que figura el ex candidato al Gobierno de Jalisco, Enrique Alfaro.
En los últimos días las declaraciones del municipio acusan a la empresa y tratan de apuntar el problema a otros niveles de gobierno, cuando el reclamo de una mejora en la calidad del agua es señalado por ejidatarios desde 2013, cuando fue presentada su denuncia, en la que también se señala la contaminación de algunas de sus parcelas.
Pero ni el golpeo político y por ende la exposición mediática, han servido para que alguno de los gobiernos sanee y vigile de forma adecuada el agua en Cajititlán.