La voz de los sin voz

Los jóvenes capitalizan de maravilla la transición de Gutenberg (1449) a Tim O´Reilly (2000), de la imprenta a las Redes, de una sociedad de masas a una sociedad de individuos, donde todos cuentan, donde todos participan.

En comunicación las reglas han cambiado y “yo soy 132” entendió el cambio, ya no hay un transmisor y un receptor, ya no hay un medio, un canal y un mensaje: todos somos transmisores y receptores a la vez, los canales se multiplican, los medios salen de control y el número de mensajes es ilimitado.

Pablo Mier y Terán Pablo Mier y Terán Publicado el
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Los jóvenes capitalizan de maravilla la transición de Gutenberg (1449) a Tim O´Reilly (2000), de la imprenta a las Redes, de una sociedad de masas a una sociedad de individuos, donde todos cuentan, donde todos participan.

En comunicación las reglas han cambiado y “yo soy 132” entendió el cambio, ya no hay un transmisor y un receptor, ya no hay un medio, un canal y un mensaje: todos somos transmisores y receptores a la vez, los canales se multiplican, los medios salen de control y el número de mensajes es ilimitado.

Transitamos de una sociedad de masas a una sociedad de individuos dónde en vez de existir una pluma, un micrófono y una imagen quegenera una masa; cada uno tiene su pluma, su micrófono y su imagen…, evolucionamos a una sociedad más participativa, más original, más individual que nos lleva a dejar de pensar igual, vestir igual, de opinar igual…, de votar igual.

El resultado esperado -que va más allá del proceso electoral-   es: menos masa y más individuos. Menos Estado y más Nación.

Las primeras señales ya se habían dado en otras latitudes del globo:  Manila, 2001 una multitud tomó las calles para pedir la dimisión del presidente Estrada,  no se encontraron convocantes. Las Organizaciones  políticas y sindicales decidieron seguir a la gente en lugar de convocarla.

El 13 de marzo de 2004 en España fue «la noche celulares» y a la fecha se discute en qué medida pudo afectar el resultado electoral del día siguiente.  En noviembre de 2005, la policía francesa confesaba su impotencia para contener la revuelta de los arrabales aduciendo la velocidad a la que los revoltosos adquirían técnicas y experiencias de verdadera «guerrilla urbana».

Las más recientes se conocen como la primavera árabe (2010), que, como en México, es una revuelta  impulsada por  estudiantes, contra el “autoritarismo” y en pro de la democracia, basadas en Redes sociales.  

Es el poder de los sin poder que decía Václav Havel, político, escritor y primer Presidente de la República Checa, fundador el Foro Cívico que frenó la invasión Soviética a Checoslovaquia, lo que le ha valido un reconocimiento como precursor de losMovimientos Sociales en las Redes Sociales.

Se trata de un movimiento global al que finalmente ingresa México con “yo soy 132”, que se está dando en países con contextos diferentes, con trasfondos culturales y religiosos de todo tipo, son movimientos auténticamente ciudadanos en red que convierten directamente a la ciudadanía en fiscalizadora de los procesos democráticos, denunciando fraudes electorales, corrupciones y excesos autoritarios de los gobernantes.

El éxito de “yo soy 132” y de otros movimientos se debe a que se vive en primera persona, personalmente, como algo gozoso, creativo, divertido y pleno, prefigurando el modo de vida por el que se lucha y la libertad que se anhela en el estilo de vida que se describe.

Como decía Srdja Popovic, uno de los artífices de la salida de Slobodan Milosevic de la Presidencia Serbia: “ganamos porque la revolución, las nuevas libertades, son un cuento, un hermoso cuento de futuro que se hace realidad cuando nos lo creemos, lo compartimos y empezamos a vivir, hoy ya, en él”.

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