La vocación de ser Chef o Sacerdote
La definición de vocación es la inclinación a cualquier estado, carrera o profesión. El término proviene del latín vocatio y, para los religiosos, es la inspiración con que Dios llama a algún estado.
Por eso el concepto también se utiliza como sinónimo de llamamiento o convocación. A nivel general, la vocación aparece relacionada con los anhelos y con aquello que resulta inspirador para cada sujeto. Se supone que la vocación concuerda con los gustos, los intereses y las aptitudes de la persona.
Karina BarbieriLa definición de vocación es la inclinación a cualquier estado, carrera o profesión. El término proviene del latín vocatio y, para los religiosos, es la inspiración con que Dios llama a algún estado.
Por eso el concepto también se utiliza como sinónimo de llamamiento o convocación. A nivel general, la vocación aparece relacionada con los anhelos y con aquello que resulta inspirador para cada sujeto. Se supone que la vocación concuerda con los gustos, los intereses y las aptitudes de la persona.
Por ello veo claro la similitud que tiene la elección de ser sacerdote o chef, ambas se vuelven tu forma de vida, no se puede separar la vida personal de la laboral.
En el caso de los chefs, las jornadas de ocho horas no existen, ni los días festivos, los cuales por lo regular son cuando más se trabaja. Comer o cenar con tu mamá el Día de las Madres es casi impensable.
Descasar en domingo sería una suerte. Muy difícil tener vida social y se complica mucho la vida de pareja, así como la familiar.
Para el sacerdote casarse esta descontado, pero para el chef no. Si eres soltera y piensas casarte con un chef, además de quererlo mucho, debes prepararte emocionalmente para estar sola. Asistir a eventos familiares y sociales sin pareja.
Y es muy importante que tengas una vida propia, ya que verás poco a tu pareja. Probablemente San Valentín no será lo que tu quisieras y el Año Nuevo lo recibirás sin tu chef.
Tanto para un chef o un sacerdote ejercer lo que son debe ser su vida, no un trabajo. De otro modo, esto sería muy difícil de llevar a cabo.
Analizando este tema con los chefs de Grupo Pangea, esto fue lo que me escribió el Chef Ángel Solís, quien hace 15 años vino del Distrito Federal a trabajar en las cocinas del grupo:
“Primero que nada gracias por contemplarme y hacerme reflexionar con su pregunta.
Tratando de responder a ella le diré, inicié en esto a muy temprana edad, no podría definir si fui yo quien eligió la cocina o al revés.
Sin darme cuenta se convirtió en mi Plan de Vida por lo que separar lo personal de lo laboral me resulta muy complicado. Rápidamente descubrí que es un ambiente muy demandante, siguiendo este sueño llamado Pangea tuve que desprenderme de lo único que en aquel entonces poseía: mi madre.
Me instalé en una ciudad completamente diferente y me dediqué a trabajar, a aprender; a amar lo que hoy en día hago: cocinar.
‘Aprender a trabajar en equipo’ que aunque se escucha trillado, es una de las labores más difíciles de realizar.
Cada persona debe estar al pendiente de su área para no entorpecer el trabajo del resto, desde la cantidad exacta de sal, la temperatura idónea, la rapidez y exactitud al montar un plato; todo para que al final el comensal salga satisfecho.
Seleccionar al personal indicado es quizás otra tarea difícil al interior de la cocina.
Encontrar a esa persona que se comprometa, se adapte al ritmo de trabajo de tal manera que nos evite repetir una y otra vez los detalles de la rutina diaria y que son esenciales para el éxito en el plato.
En el plano personal debo confesar que no ha sido sencillo pasar largas jornadas al interior del restaurante, dormir poco, comer a destiempo y en ocasiones no comer, renunciar a una vida social y ser lentamente olvidado por tu familia y amistades ante las constantes negativas a toda clase de invitación.
Podría sonar algo quejumbroso pero, sin duda, ha sido la mejor inversión a largo plazo que he hecho.
Hoy puedo decir que he pisado lugares que jamás imaginé que llegaría a visitar, he estrechado la mano de personalidades que nunca pensé conocer, he vivido experiencias inigualables.
Actualmente al haber formado mi propia familia, que en este ámbito es sumamente difícil de lograr; me doy cuenta que el apoyo de mi pareja, que entiende y comprende lo que hago, ha aligerado cualquier sacrificio que la cocina me haya hecho hacer, y gracias ha esto he podido tener lo mejor de ambos mundos”.
El éxito en la profesión de un chef o un sacerdote, dependerá si es o no su verdadera vocación.