YELENA ISINBAYEVA, la reina mundial del salto con garrocha desde hace 10 años, insiste en su INOCENCIA más que evidente, apelando a cuanta corte pueda acudir para ser acreditada en Río 2016, en donde seguramente le harían una nueva prueba antidoping con el laboratorio de la WADA (Asociación Mundial Antidopaje, y ahí se vería si está o no limpia, así de simple para confirmar su seguridad y la de varios de sus compañeros.
La prueba perfecta
Sabedores de que estos controles tan severos se darán “sí o sí” a todos los finalistas de Río, no puede entonces haber una prueba más evidente de la tremenda injusticia que hoy comete la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), al excluir de los Juegos Olímpicos de Río 2016 al total de los atletas rusos, sin detenerse a ver caso por caso, como sugiere el COI.
Este criterio ha imperado en REMO, PESAS y otros deportes, en donde han retirado la acreditación a varios atletas rusos con dopings confirmados, mientras que otros de sus compañeros que presentan el “Pasaporte Antidoping” limpio, podrán participar sin problema, sometiéndose como todos, a los muy minuciosos controles antidopaje, de hecho el presidente de la Federación de Remo de Rusia, señaló que tendrán mucha dificultad para armar los equipos en las pruebas de dobles y la de ocho remos con timonel.
El trasfondo político
Se ve descaradamente en estos Olímpicos Río 2016, que es el punto de partida para la personificación en el Deporte de la NUEVA Guerra Fría que el mundo vive desde hace muchos meses, con el congelamiento de las relaciones políticas, económicas, sociales, armamentistas, hegemónicas que hoy vive el mundo, polarizando nuevamente a ESTADOS UNIDOS y RUSIA con nuevos actores de gran peso como CHINA, Unión Europea con ALEMANIA al frente, JAPÓN y Gran Bretaña pero, sin duda, la polarización es ahora con un TRIÁNGULO hegemónico de CHINA-RUSIA-ESTADOS UNIDOS.
La terquedad de la reina
Las batallas que viene peleando Yelena se ejemplifican en su discurso de ayer en el Kremlin, en la Ceremonia de Abanderamiento de la Delegación Rusa a Juegos Olímpicos.
“Mi ánimo no es precisamente festivo. No puedo decir lo que he sufrido. Lo asumiré cuando lo entienda o alguien me diga: ‘Yelena, no vas a ninguna parte…’, siempre que conserve una mínima posibilidad de acudir a Río, aunque esta sea, por supuesto, mínima, incluso si me dejan, ya hace dos semanas que no entreno. Me dedico a estas tonterías, tribunales y pruebas. Por ahora, no está claro del todo. Si hay esperanza, reanudaré mi carrera. ¿Pero para qué? Si apenas queda nada para los Juegos”, dijo la atleta.
Al final la rusa no pudo controlar el llanto: “Hemos pagado los errores de deportistas menos responsables, deportistas que violaron las reglas y hoy respondemos colectivamente”.
Inmediatamente el presidente de Rusia, VLADIMIR PUTIN se acercó a consolarla en una imagen tremendamente dramática.
Así las cosas, si la reina del atletismo insiste, pide, suplica, presenta argumentos, pruebas de su inocencia aceptando la culpabilidad de otros de sus compañeros, es precisamente porque ESTÁ LIMPIA, de otra forma no se expondría al escarnio y vergüenza de por vida, el fondo político es más que evidente, aquí no hay casualidades, el “timing” para denostar al deporte RUSO que por supuesto está podrido en una buena parte por esto del doping de Estado, por eso, más a favor de mis argumentos, mis respetos YELENA ISINBAYEVA. Así de fácil.
