Hoy quiero hablarte de la guerra, esa que llevamos librando durante dos años para mantenernos cuerdos, para no soltarnos a llorar sin consuelo. Nuestra salud mental y emocional están en grave riesgo ante tantas muertes, tantas malas noticias.
En los días más duros de la pandemia, cuando hasta los columpios y resbaladillas al aire libre estaban prohibidos, y no tenía adónde llevar a mi bebé de año y medio, tenía muchas ganas de salir corriendo y escapar.
Pero no lo hice.
Sin empleo, encerrado y con la responsabilidad de mi familia encima, lo que me mantuvo a flote fue la risa. Me reí y me divertí mucho jugando a Paw Patrol con mi hijo, fingiendo ser muchos personajes distintos en las historias que él inventa, viviendo por horas en su mundo de fantasía.
Ese juego, esa risa, esa diversión al lado de mi hijo y mi esposa me salvaron la vida. Me permitieron tener la mente despejada, el ánimo arriba y la esperanza intacta.
Dos años después, cuando la crisis no se acaba y vienen nuevos problemas, todos necesitamos con urgencia jugar, reír, entretenernos.
Por eso me encanta lo que han hecho los emprendedores que fundaron Fever en España, Ignacio Bachiller, Alexandre Pérez y Fran Heinep Gómez, en 2014, y que a inicios de este 2022 acaba de convertirse en unicornio, con un valor de más de mil millones de dólares.
No es para menos, pues lo que hacen es vital para el mundo del futuro. Fever es un marketplace de experiencias de entretenimiento, que van desde conciertos ocultos, como Candlelight, hasta espectáculos inmersivos como La Casa de Papel, Friends y Stranger Things.
Más de 50 millones de personas cada mes descubren alguna actividad o experiencia en más de 60 ciudades en 21 países del mundo, incluyendo la Ciudad de México, Madrid, Nueva York, Londres y París.
Es como el Uber del entretenimiento o el Netflix de las experiencias, que conecta organizadores y promotores de eventos, con marcas y con audiencias que necesitan diversión.
“La manera de vender el ocio era la misma desde hace cientos de años. Si tomamos en cuenta que el entretenimiento es el tercer gasto más grande de los bolsillos de las familias –después de comida y transporte– teníamos que digitalizar el entretenimiento”, cuenta Santiago Santamaría, director global de Comunicación de Fever
Para Kevin Eikenberry, experto en liderazgo, cuando los miembros del equipo se divierten en el trabajo se comprometen más con los objetivos a alcanzar. “Cuando las personas se divierten, están menos estresadas. El estrés causa una gran cantidad de problemas para las personas y las organizaciones”, dice.
Tu trabajo y tu vida, en general, no tienen por qué estar peleados con la diversión, pues reír y pasarla bien nos hace más productivos. “Si nos divertimos mientras trabajamos, nuestra energía y motivación es mayor, y haremos más cosas”, dice Eikenberry.
Hoy podemos ganar muchas batallas al estrés, a la depresión y al burnout con risas y diversión. Gracias a mi hijo Daniel por recordarme que vivir es no dejar de jugar.
Genaro Mejía es periodista de negocios, mentor, consultor y speaker. LinkedIn Top Voices Latam 2019 y fundador de BAR EMPRENDE