Queridos Lectores, veamos las cosas del lado amable, al fin, el mártir de la democracia (cof cof, aspirante silencioso morenista a la Presidencia en 2024) Ricardo Monreal, se tira cual Juan Escutia y “defiende” que los mexicanos podamos tener 12 días de vacaciones de corrido en el trabajo que nos corresponda. ¡Aleluya!
Pero… detengámonos un momento a reflexionar: ¿dónde está parado México en torno a este micro logro por el Senado de la República?
En el documental Where to invade next, o ¿Qué invadimos ahora? (2015), del polémico cineasta Michael Moore, el director recorre Europa buscando cuáles son las políticas que Estados Unidos podría adueñarse a futuro para sus administraciones federales.
El simpático y robusto realizador va de país en país, con bandera de franjas rojas y blancas y 50 estrellas a cuestas, decidido a conquistar e imponer el rancio sueño americano, pero cada que lo intenta se ve conflictuado de ver que existen mejores políticas en la Unión Europea que en su propio país de origen.
Por ejemplo, la primera parada es en Italia, donde se entera que se tienen (esperen, tomen asiento, por favor, y que la indignación no les gobierne, mejor ríanse de la desgracia) OCHO SEMANAS de vacaciones PAGADAS al año, DOS HORAS de comida, 15 días pagados para una Luna de Miel, y CINCO MESES de licencia de maternidad cubiertos por el Estado. En diciembre se les otorga un mes completo de aguinaldo, además del mes en curso.
Cuando Moore escucha esto no puede creerlo y se encuentra completamente estupefacto, porque en Estados Unidos no se tiene absolutamente ninguno de estos privilegios.
Ahora, que el senador morenista no se la quiera dar de “el salvador de los mexicanos”, ya que él, como el resto de la camarilla de legisladores, gana 105 mil pesos mensuales, más prestaciones, como, por ejemplo, una prima vacacional de 15 días de sueldo base, mismos que se dividen en dos partes y se otorgan en los dos periodos vacacionales, con base en el calendario institucional y en lo dispuesto en la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado.
Y de aguinaldo reciben 15 días de salario, como mínimo, o sea, esto podría crecer, si se les da el capricho, por supuesto. Otros beneficios con los que cuentan son: licencia por paternidad y adopción, vales de despensa, premio de antigüedad, apoyo económico para la adquisición de anteojos, seguro de vida, seguro colectivo de retiro, y la lista continúa.
¿Cuándo podremos aspirar a tener una calidad de vida de primer mundo? Pues con la propuesta del Congreso de la Unión tal vez nunca, porque también, debemos escudriñar, que esta camarilla de burócratas está por aprobarse un aumento de sueldo que rebasará los 200 mil pesos mensuales.
¿En cuánto dijimos que está el salario mínimo? De eso mejor ni hablar, pero tener vacaciones dignas, es más una ilusión que una realidad, tal vez haya que volver a La risa en vacaciones (1988), en donde la máxima aspiración es ir a Acapulco, porque no alcanza para más, ¿cierto?
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