La relatividad no es E=mc2

¿Te corrieron del trabajo? ¿Por qué no pensar que la vida ha decidido darte unas vacaciones porque vienen cambios mejores para ti?

Cada cosa cambia según el punto de vista del observador. 

Si dicen que todo depende del cristal con el que se mira, ¿por qué no ponernos siempre el lente de lo positivo, de la felicidad, del bienestar?

Aunque la frase “todo es relativo” parece muy trillada, creo que si la tenemos presente todos los días, a todas horas, nuestra vida puede cambiar. 

Elige ver una agresión como una forma en la que te están pidiendo amor. Trata de ver una gripa como la oportunidad de descansar sin remordimiento. Si te cortaron piensa que te están abriendo un espacio para que llegue la persona indicada. Todo tiene su lado positivo, si aprendemos a verlo dejaremos de sufrir. 

Se trata de desaprender todo lo aprendido y aún lo que seguimos aprendiendo día con día.

El día que nos demos cuenta que en la vida no hay reglas y nada está escrito vamos a poder por fin disfrutarla, no por nada dicen que la vida es un juego. 

Solo verifiquen cuántos paradigmas se han roto en el transcurso de su vida. Si fuera cierto que todos debemos estudiar para salir adelante entonces no habría quienes salen adelante sin estudiar.

Si en realidad la felicidad fuera encontrar el amor, todas las parejas serían felices.

Si tener dinero te hiciera feliz, entonces todos los pobres serían infelices o todos los millonarios serían felices, pero sabemos que no es así.

Puedo seguir poniendo ejemplos que nos ayuden a entender que nada de lo que pensamos es total y absolutamente cierto. Cuando aceptamos que no tenemos la verdad absoluta y le abrimos la puerta a nuevas ideas, soltamos las limitaciones. 

Obedece a tu intuición, hoy en día es la forma mas inteligente de ser. Esa es la que te va a llevar a tu verdadero propósito aquí en la Tierra. Los grandes líderes se atrevieron a desafiar las reglas y fueron fieles a sí mismos, siguiendo su intuición.

La vida es simple, nosotros la complicamos intentando seguir patrones absurdos, queremos tener la razón siempre y rechazamos a quienes no opinan como nosotros, les damos gusto a los demás por encima de darnos gusto a nosotros mismos, nos regimos por reglas sociales impuestas que nada tienen que ver con la verdadera fraternidad y felicidad, seguimos caminos espirituales de sacrificio y condena y al final nos damos cuenta que no valió la pena. 

El punto de vista depende del punto del asiento, ante cada situación en la que te encuentres siéntate en el lugar donde se vea mejor y enfócate en eso.

Así como Einstein hizo una revolución con su Teoría de la relatividad, así también puedes hacer una revolución pero en tu mente. Vence las culpas y los miedos y atrévete a ser feliz. Las mejores decisiones en la vida llevan un ¡chingue a su madre! Al final.