¿La reforma petrolera? ¡Una panacea!

Que la reforma energética podría significar la expansión de la economía a una tasa del 4 por ciento en el 2014 y que esta, tal vez podría crecer al 6 o al 8 por ciento después del 2018? ¡Cierto! 

Que el peso podría apreciarse hasta llegar a 12.50 por dólar? ¡Cierto! Que en los próximos tres años podrían ingresar hasta 100 mil millones de dólares de inversión extranjera directa como consecuencia de la apertura petrolera y eléctrica… ¡Cierto! 

Que es posible que regrese el “Mexican Moment” y que el mundo voltee de nueva cuenta a ver lo que pasa en México y se animen a invertir en nuestro país… ¡Cierto! Que la contratación de deuda externa y el gasto público en 2014 no moverán los precios al consumidor en más allá de un 3.9 por ciento… ¡Cierto! 

Que el Banco de México mantendrá durante todo el año entrante la tasa de interés de fondeo sin cambios en 3.5… ¡Cierto! Que empezará la despetrolización del presupuesto federal de egresos a partir del 2015… ¡Cierto! 

Que en lugar de importar gas a 16 dólares vamos a producir el shale a casi tres dolares para beneficiar a las familias y a la industria… ¡Cierto! 

Que pronto dedicaremos los subsidios hoy destinados a la importación de gasolina a razón de 124 mil millones de pesos anuales al financiamiento de obras de infraestructura o a la instrucción universitaria en lugar de desperdiciarlo irresponsablemente al gasto corriente del gobierno… ¡Cierto! 

Que permitir la inversión privada en el sector energético significa cancelar una parte vital del siniestro legado cardenista además de superar los traumatismos indígeno-nacionalistas después de siete décadas de atraso… ¡Cierto! 

Que la reforma petrolera nos permitirá extraer oro negro de los manantiales inaccesibles de las aguas profundas del Golfo de México gracias a las alianzas con tecnologías extranjeras… ¡Cierto!

Que finalmente quedará excluido el sindicato petrolero del consejo de administración en donde jamás debió haber estado… ¡Cierto! Que los líderes sindicales de Pemex se han cuidado de protestar por los cambios al régimen petrolero y eléctrico porque podrían correr la suerte de la “maestra” Gordillo… ¡Cierto! 

Que la renta petrolera debe estar dedicada a la generación de riqueza, como lo hizo el presidente Lula al rescatar a 28 millones de marginados… ¡Cierto! Que en lugar de exportar petróleo para importar gasolinas o sea, en lugar de exportar crudo para importar caramelos, ahora fabricaremos nuestras gasolinas con grandes ahorros de divisas para el tesoro nacional, ahorros con los que se generarán millones empleos… ¡Cierto! Que producir masivamente energía en México nos hará más competitivos en materia de exportaciones… ¡Cierto!

Si toda esa cadena de ¡ciertos!, ¡ciertos! y ¡ciertos!, implicarán ventajas para nuestro país, es decir, no podemos perder de vista que el PIB de México vale dos mil billones de dólares y que el cálculo de la corrupción equivale al 9 por ciento de dicho producto que por razones obvias no paga impuestos… Pensemos que esos 18 billones de dólares de dineros negros pagaran IVA al 16 por ciento, la cifra de recaudación se elevaría por dicho concepto a casi 36 billones anuales de pesos, una cantidad difícil de imaginar. ¿Segundo paso? Atacar de frente la corrupción que nos desangra por los cuatro costados… Una de las mejores reformas fiscales consiste en acabar con la corrupción…