La reforma hacendaria y los privilegios de las mineras

México, paraíso fiscal de mineras extranjeras

Por si alguien lo desconocía, nuestro país se ha convertido en las Islas Caimán, pero en el rubro minero. Porque además de deteriorar el medio ambiente y de despojar a indígenas de sus tierras, estas mineras extranjeras pagan exiguos impuestos. 

Los datos son de la Cepal: “Entre 2004 y 2012 las mineras pagaron en México impuestos que apenas representaron el 2.9 por ciento de total de los ingresos fiscales obtenidos por el Estado”. 

El Faraón El Faraón Publicado el
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México, paraíso fiscal de mineras extranjeras

Por si alguien lo desconocía, nuestro país se ha convertido en las Islas Caimán, pero en el rubro minero. Porque además de deteriorar el medio ambiente y de despojar a indígenas de sus tierras, estas mineras extranjeras pagan exiguos impuestos. 

Los datos son de la Cepal: “Entre 2004 y 2012 las mineras pagaron en México impuestos que apenas representaron el 2.9 por ciento de total de los ingresos fiscales obtenidos por el Estado”. 

El año pasado, “la contribución de impuestos mineros que pagaron estas empresas en el país, al total de los ingresos fiscales, fue de 2.5 por ciento, cuando el máximo histórico de 2008 llegó a 8.5 por ciento”. 

Por cierto, “los impuestos del sector minero representaron, en el 2012, apenas el 0.6 por ciento del Producto Interno Bruto”. 

Como el problema no es nuevo, seguramente tuvieron conocimiento algunos secretarios de Trabajo: Salomón González Blanco, Rafael Hernández Ochoa, Sergio García Ramírez, Arsenio Farell, Santiago Oñate, Javier Bonilla, Mariano Palacios, Carlos Abascal, Francisco Javier Salazar, Javier Lozano y Rosalinda Vélez. 

Lo importante del asunto de estas corporaciones es la actitud que asumieron secretarios de Hacienda como Antonio Ortiz Mena, José López Portillo, Mario Ramón Beteta, David Ibarra, Jesús Silva Herzog, Gustavo Petriccioli, Pedro Aspe Armella, Jaime Serra Puche, Guillermo Ortiz, José Ángel Gurría, Francisco Gil Díaz, Agustín Carstens, Ernesto Cordero, José Antonio Meade y Luis Videgaray. 

Del despojo de tierras cometido, que han sido víctimas miles de indígenas, los extitulares de la SRA tuvieron mucho qué ver en los delitos. 

La información de la Cepal es la punta del iceberg de lo que acontece en varias regiones del país con las corporaciones que llegan a México con espejitos para llevarse oro, plata y todo tipo de minerales que representan miles de millones de dólares en ganancias. 

Aquí surge Fernando Coello Pedrero, abuelo del “ejecutivo” de Chiapas, Manuel Velasco Coello, convertido en un viejo de horca y cuchillo. 

Ya amenazó a indígenas de Chicomosuelo y adelantó que él explotará los minerales de la región “contra todo y contra todos”. 

“Ya nos saquearon, no nos volverán a saquear”, frase de José López Portillo que solo sirvió para los titulares de rotativos de la época, y ovacionada por los mismos que ovacionaron hasta el cansancio la rectificación (Miguel de la Madrid) del primer paso que se había dado para acabar con ciertos privilegios. 

Velasco Coello se hunde

Tiene problemas con empresarios, con el magisterio y los indígenas están olvidados y amenazados. 

El imberbe Manuel Velasco Coello, “gobernador” de Chiapas, también agarró viaje con los ex Juan Sabines y Pablo Salazar. A nadie le debe extrañar si deja el gobierno para convertirse en representante de actrices. 

Deterioran las instituciones 

 El segundo presidente de nuestro país, el militar Vicente Guerrero, nació en Tixtla, municipio que hoy es parte de un escándalo por el montaje fílmico que un grupo de soldados realizó para justificar ante la opinión pública, pero más que todo ante sus superiores, que sí trabajan y hasta les aplauden. 

Pareciera que el cólera no es el principal problema de salud pública que empieza a azotar al país, sino la epidemia de montajes en video. 

Este último va en deterioro de una de las instituciones más serias que tiene México, las Fuerzas Armadas. 

Según las informaciones, el teniente Víctor Manuel “N”, ofreció disculpas públicas a los ciudadanos del barrio El Santuario a nombre del Ejército Mexicano, y se destruyó el cuerpo del ilícito. 

Gobernadores empresarios del futbol

Como México no hay dos y como en ninguna otra parte del planeta, muchos gobernadores estatales son principales accionistas, por supuesto que con dinero público, de equipos de futbol de Primera A y de la Liga de Ascenso. 

Un ejemplo es el estado de Hidalgo, donde con el erario, Los Tuzos del Pachuca y “gracias” a Jesús Martínez, se tiene la Universidad del Futbol, el Salón de la Fama y otras inversiones. 

Todo con conocimiento del gobernador Francisco Javier Olvera Ruiz. 

En Sinaloa, el equipo Dorados, no está al margen del presupuesto estatal a cargo del mandatario Mario López Valdez. 

Manuel Velasco Coello, jefe del ejecutivo de Chiapas, le aporta a Los Jaguares, pues no se explica que ante las pobres entradas y en una entidad donde predomina la miseria, se puede sostener un equipo de esta índole. 

Su vecino, Gabino Cué Monteagudo, es otro caso donde hay un equipo de futbol en la Liga de Ascenso, Los Alebrijes, que juegan en un estadio, del que platican, se encuentra en graves condiciones estructurales. 

Uno más es Monarcas, de la capital michoacana. 

Este equipo tiene un propietario privado, pero hay un apoyito extra proveniente del gobierno de Fausto Vallejo o de Jesús Reyna García y lo hubo de Leonel Godoy. 

Primer empata de un “Tri” piojoso

El “Tri”, “El Equipo de Todos” o “Los Ratones Verdes”, está convertido en parte de los problemas nacionales (desempleo, economía subterránea, gasolinazos, reformas, movimiento magisterial, IVA en la frontera, etc.) Televisa, a través del América, tiene descaradamente el control del “seleccionado”. 

Con 10 americanistas como “base”, el sábado anterior, ante el Cruz Azul, el “Equipo de Todos”, logró su primer empate. 

Miguel “El Piojo” Herrera, así continúa un proceso podrido. 

Por cierto, Jorge Vergara intentó imponer una ley mordaza, durante 45 días, a los críticos de la FMF y a los nuevos ratones azulcrema. 

Otro personero, Claudio X. González, sigue buscando el control de la educación pública.

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