La realidad es la realidad

Todo de quien viene. Las histriónicas apariciones de Gurría sólo denotan que hace política en México aprovechando el puesto administrativo que tiene en un organismo que nada bueno le ha dejado al país. Las recomendaciones de Perogrullo que suele hacer la OCDE son tan inocuas, que recuerdan las recetas que él nos vendiera a finales de los ochentas y que aún no acabamos de pagar, así como las fórmulas que hicieron más ricos a los ricos y más pobres a los pobres en tiempos de Zedillo.

El qué dirán que preocupa a los tecnócratas es el espejito que vende ese insulso organismo, vende estrellitas de deudor abnegado lo que permite endeudarse frenéticamente garantizando con aforos de 5 a 1 y por encima del bienestar de los contribuyentes mexicanos. Las “exitosas” colocaciones son a tal grado comprometedoras que Santa Ana la hubiera dudado, pero eso sí, a 100 años, lo que demuestra la solidez de nuestro entreguismo.

La fantasía de las reservas multimillonarias, que sólo anclan el progreso destinando cuantiosos recursos a beneficiar a los destinos de inversión, demostró que es incapaz de garantizar estabilidad de las variables, aunque si ha demostrado que los acreedores saben que los tecnócratas primero pagan su exorbitante deuda, que emplear la reserva para su destino legal, esto es, el compensar los desequilibrios de los ingresos y egresos internacionales. El desabasto está asegurado, como el pago de la deuda internacional.

Al escuchar al Ángel de la dependencia, es fácil comprender cómo los hacendarios le fallaron al país, prodigando explicaciones elocuentes que toman todo en cuenta, menos la realidad.

No cabe duda que es justo lo que necesita el cuestionado pero mantenido Secretario de Comunicaciones y Transportes, alguien que hable mucho aunque no diga nada. El acuerdo ajeno a las funciones de la OCDE y carente de sustento en las facultades del titular de la dependencia, asegura que no le pase a Ruiz Esparza lo que le pasó con el tren.

¿De cuándo acá Gurría es experto en transparencia? Por supuesto que el organismo no se preocupa en mantener a su vocero en la misión y objetivo, y lo deja “charolear” con la franquicia en proyectos que bien se pueden formar detrás de la refinería de Hidalgo.

Por lo pronto, ya habrán encontrado forma de remunerar el que no haya críticas cuando el tren queretano salga más caro en pesos y se adjudique a la empresa china.

Seriedad, es no tener a “pasantes” a cargo de asuntos relevantes como el de FICREA y no andar pensando que la realidad se maquila con tinta y declaraciones cueteras.

Aún con el pleistoceno azul, la negra sombra del cónyuge alcanzó a la Zavala, siendo así, posiblemente se aclare lo que pasó en Mexicana de Aviación.

Pero si la solución es el sistema anticorrupción que usa para auto promoverse Anaya, quien no tiene más mérito que ser un burócrata más de los inventados por Calderón, entonces la realidad es más negra de lo que parece.

Se acabaron las fiestas, llegó el momento de hacer cuentas. El hoyo está ahí.