Conste, no me puse de acuerdo con el hoy técnico de Rayados, Antonio “El Turco” Mohamed con el siguiente párrafo de mi reportaje–editorial que escribí el domingo por la tarde y se publicó ayer en este mismo espacio y que me permito reproducir aquí mismo para que, como dicen en los juzgados de la tele, que conste en actas:
“Pashmina elegante por delante, o bien algún argentino de prestigio similar que llegue en calidad de ‘salvador de la patria’”. Por supuesto presentamos en estas mismas páginas de nuestro Reporte Indigo la fotografía de la llegada del “Tony” Mohamed al Aeropuerto de Monterrey, reflectores apuntando y con su elegante Pashmina por delante, lo que ya no pude intuir, fueron las casi 20 maletas (sin refuerzos incluidos) de su muy excedido equipaje.
Pashmina mata corbata
Lo de su pashmina no es casualidad, es su estilo de vestir desde hace tiempo y bien documentado por sus tantos partidos dirigidos en su muy exitoso paso dirigiendo a los Xolos de Tijuana, así es “Toni”, y, planeado o no, llegar con este su estilo muy personal de ser y vestir, es romper con la inercia de verlo con el código de vestir del Campeón América: elegante traje oficial, corbata institucional en todos los actos oficiales, por supuesto, con los partidos incluidos en todo momento.
Era obligado pues, que mis colegas reporteros le cuestionaran, entre otras cosas, no solo su paso por América sino la rivalidad que ya con Rayados pudiera o debiera generar, a lo que el “Turco” responde sin titubeos, sabedor de que esa sería un strike cantado:
“No me interesa el América, toda mi energía esta canalizada acá, no tengo sed de revancha con nadie”.
Esta si que no se la creo, si fuera un hombre con cierta pasión desearía ganarle al América en sus condiciones, siendo Antonio Mohamed habrá que sumarle el orgullo y hasta humillarlos, por supuesto que desde ahora se prepara para la Jornada 13 en la que como local reciben al América.
Hombre de retos
Sin duda es el técnico ideal para poner orden al vestidor, disciplina, compromiso y sacarlos de esa zona de confort y aburguesamiento en la que por meses se mantuvieron.
Y, desde luego, su sentir personal es más que real, recordando sus grandes momentos como líder en la cancha como jugador Rayado:
“Es un sueño para mí estar en este club. Si hubiese sido otro equipo tan rápido después del América no hubiera aceptado. Me encanta lidiar con la presión, es parte de mi ADN”.
Y para que no exista duda de su arraigo en Monterrey:
“Tuca es amigo. Le mando un abrazo grande al bigotón… como jugador no me tocó ganarlo (habla del clásico de Monterrey), como técnico después te respondo”.
Así las cosas pues, se cierra el círculo y comprueba como final de telenovela que bien pudo llamarse: “los caminos del Turco”, lo que aquí venimos señalando, intuyendo y a veces adivinando desde hace varios meses… ¿mis fuentes en América, Monterrey y varios?, no las puedo revelar (privilegio de periodista) pero una pista sí, se la debo a Pitágoras, padre de las matemáticas… dos más dos… ¡siempre son cuatro!.. Así de fácil.
