En los últimos años para bien o para mal hemos sido espectadores o testigos de negociaciones políticas que han impactado de sobremanera hacia distintas direcciones; lo destacable sin duda será el cómo se sobrellevan las cosas, las situaciones, las reglas –no tan escritas, más bien tácitas: así como las pocas veces en la que triunfa la elegancia.
Para estallar la mala política, es necesario regresar a la inocencia.
La idea de la vida política consiste en encontrar algo que otorgue satisfacción o mejore en pro de elevar la calidad vecinal y urbana; el actuar político se debe dar natural, debería ser espontáneo donde podamos percibir la ideología o el utópico amor por el servicio público. De ahí se dice que los buenos políticos son los que nacen: pocos, y se hacen muchos improvisados.
Las buenas decisiones siempre deben estar acompañadas de una justificación lo suficientemente sensata y con la buena onda argumental; todo contexto debe estar bien fundamentado.
Es importante observar los gabinetes de las administraciones municipales, y del Estado; pongamos atención con lupa y mínimo el buscador o su navegador de su preferencia; verifique sus perfiles de redes sociales, elija la pestaña de noticias para que se entere a través de los portales noticiosos. No les confíe mucho, no sea inocente.
De no hacerlo caemos en esa lamentable, carente visión política que fácilmente a las primeras acciones ejecutivas, lo desmotivarán y hasta doblarán su dignidad para los intereses de los partidos que hacen trampa.
A Nuevo León se le puede profetizar una fuerte sacudida de tablero político tanto en los tres poderes, como en las organizaciones sociales, sindicatos, confederaciones y con la reaparición de los frentes populares.
Y a como se ven los actores políticos de este momento histórico, será una barbarie de chapuzas, mapacheos, simulaciones mal actuadas, burdas y superfluas declaraciones, tweets, posts, estados y mensajes de texto al estilo de revistas de quinta, pasquines baratos, páginas, fanpages, sitios piteros de publicidad pagada; más el pelotón de bots, aduladores, fanfarrones, lambiscones: agentes que en su mayoría son perfiles falsos. Y los fans que ven a estos personajes como si fueran artistas o intelectuales –que de esos hay pocos y del resto solo son pseudos, artificiales, fachos y grises.
Las calumnias como siempre van a sobresalir, la gente se dejará llevar por la moneda de siempre: y todo volverá a ser igual como nos gusta a los regiomontanos: nuestra desgastada memoria de corto plazo más el desinterés por la situación política de nuestro maltratado y desprestigiado Estado de Nuevo León.
La ira social se irá manifestando y los políticos como siempre no van a agarrar la onda; se aproximan crisis silenciosas, traiciones, puñaladas, destapes y sorpresas.
Tenemos mil ejemplos: solo es cuestión de querer enterarse y no olvidarse. La fuerza reside en una ciudadanía informada, crítica y participativa.
Y para que disfrute de este conmovedor momento, dése esta maravillosa y positiva canción: Return to Innocence /The Cross of Changes, del dueto Enigma, que por cierto fue un single que además de haber estado en primer lugar en casi todos los charts y Top 100 de todo el mundo allá en 1994, fue el tema de la Olimpiadas celebradas en Atlanta dos años después. Además vale la pena mencionar que el video original tiene una fuerte carga inspiracional por el cine soviético de los años 30’s.
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