Ayer, el Gobierno de Nuevo León anunció para la protección de la ciudad de Monterrey la construcción de una segunda presa rompepicos, que se ubicará estratégicamente en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey. Esta iniciativa tiene como principal objetivo prevenir inundaciones vinculadas con el Río Santa Catarina, especialmente para salvaguardar a la ciudad y sus habitantes de posibles desastres naturales
Esta medida se encuentra contemplada en el Plan Hídrico Nuevo León 2050 y se identifica en ese documento como parte esencial de las obras de infraestructura gris necesarias para la prevención de riesgos hidrometeorológicos durante episodios de lluvias que puedan tener efectos catastróficos.
La construcción de esta obra de infraestructura debe adherirse estrictamente a las regulaciones relacionadas con el impacto ambiental, lo que significa que requiere una autorización en este aspecto. Además, es imperativo gestionar el cambio de uso de suelo en terrenos forestales, asegurando que el proyecto no solo cumpla con las normativas legales, sino que también considere y mitigue cualquier impacto negativo potencial sobre el medio ambiente y los ecosistemas del Parque Nacional Cumbres de Monterrey.
El beneficio de prevenir inundaciones debe ser cuidadosamente contrastado con los riesgos asociados a esta obra, en particular aquellos que afectan la integridad de los ecosistemas del Parque Nacional Cumbres de Monterrey. Es indispensable que se realice una evaluación exhaustiva y equilibrada, que no solo considere las ventajas inmediatas en términos de gestión del agua y prevención de inundaciones, sino también los posibles impactos a largo plazo sobre la biodiversidad, la flora y la fauna del área protegida.
Durante la construcción de la primera presa Rompepicos, fue necesario habilitar la carretera que conduce a esta obra de infraestructura, un acto que inadvertidamente se convirtió en el primer paso que abrió la puerta a una urbanización sin control en la zona de La Huasteca, en el municipio de Santa Catarina.
Ninguno de los gobiernos ha demostrado hasta ahora la capacidad para prevenir y sancionar esa amenaza -urbanización- contra la biodiversidad del Parque Nacional Cumbres de Monterrey. La falta de medidas efectivas y de una aplicación rigurosa de la ley ha permitido que la urbanización no regulada avance, poniendo en peligro los ecosistemas y la rica biodiversidad del parque nacional. Ante la segunda presa rompepicos, este patrón subraya la necesidad crítica de una gobernanza ambiental más fuerte y de estrategias de conservación más efectivas para proteger y preservar los recursos naturales y la biodiversidad.
Ante la inminente construcción de esta obra, es imperativo que el Gobierno de Nuevo León, en coordinación con la dirección del Parque Nacional Cumbres de Monterrey, defina mecanismos para prevenir que en la zona que conduce a la segunda cortina de la presa Rompepicos ocurran nuevos procesos de urbanización mediante la creación de nuevos asentamientos urbanos. Dichos eventuales nuevos centros de población están prohibidos según la declaratoria del Parque Nacional Cumbres de Monterrey y en su reciente programa de manejo. La articulación de estrategias y la implementación de medidas preventivas y restrictivas son cruciales para evitar la repetición de patrones de desarrollo no sostenible y para asegurar la preservación de la biodiversidad y la integridad ecológica del parque nacional.
Twitter: @tonyo_hernandez