China logró rescatar a 300 millones de chinos en 10 años gracias a la apertura de su economía, insertándola en un contexto capitalista a pesar de ser un país supuestamente comunista de corte marxista.
La izquierda mexicana integrada, sálvese el que pueda, por individuos vestidos con pieles que se comunican por medio de la emisión de sonidos guturales, no entendió el cataclismo que implicó la desaparición del capitalismo de Estado y todavía insiste en llevar a la práctica principios e ideas sacadas del bote de la basura.
¿Sabrán que la izquierda capitaneada por el presidente Lula logró rescatar a 32 millones de brasileños de la miseria a partir de la apertura del sector energético? ¿Sabrán que el coma-andante Fidel Castro, ya abrió la industria petrolera cubana a los capitales extranjeros?
Lo anterior viene al cuento después de leer las declaraciones vertidas por Cuauhtémoc Cárdenas, un político opuesto históricamente a la evolución, atrapado idiológicamente en los principios políticos fallidos ejecutados por su padre para convertirse en el máximo destructor de la economía mexicana en el siglo 20.
El tal “Tata” Lázaro expropió los ferrocarriles. ¿Qué queda hoy de los ferrocarriles? El tal “Tata” Lázaro expropió 26 millones de hectáreas y, ¿qué queda hoy de campo mexicano? El tal “Tata” Lázaro expropió las instalaciones petroleras para tratar de beneficiar al pueblo de México que hoy asiste a la contemplación de 50 millones de mexicanos en la miseria.
Tomar decisiones expropiatorias en México, el país de lo irreversible, constituye una auténtica temeridad. ¿Es difícil entender que las empresas operadas por el gobierno han sido un desastre, además de botines de funcionarios venales que se han enriquecido impunemente? El gobierno ha sido un muy mal empresario y un pésimo maestro.
Cuauhtémoc y sus trogloditas alegan que la reforma energética constituye un riesgo para el país, que aumentará la dependencia energética, que Pemex no podrá competir en la industria petrolera nacional, que se entregará nuestra riqueza a los extranjeros, que se solapa la corrupción, que se cancela la transparencia, que se legaliza el despojo de tierras, que se protege a las compañías petroleras extranjeras y a sus capitales en contra de las comunidades y ejidos, que se sacrifica a la proveeduría nacional, que se impactará el empleo y se destruirá la riqueza nacional, que la Secretaría de Energía decidirá el futuro energético sin planeación alguna, que la CFE se condenará a la extinción y que no podrá competir en los mercados de energía, que se olvidan los pasivos laborales de las empresas públicas, que no se pagarán los repartos de utilidades, que se dañará irreversiblemente el medio ambiente, que se eliminirán subsidios a la luz y al gas en perjuicio de las familias, que la reforma está orientada a engañar a la población y a beneficiar a unos cuantos…
Estos defensores de la ignorancia energética encabezados por Cárdenas no leyeron las leyes secundarias o habiéndolas leído no les entendieron o les entendieron pero intentan lucrar políticamente con aquellos que sienten inflamado el pecho al sentir, sin saber ni entender, que se atenta en contra del patrimonio de la patria.
Populista, decía Mencken, es aquella persona que predica ideas que sabe falsas entre personas que sabe idiotas…