La enfermedad del “ahorita”
“Ahorita lo hago”, “ahorita voy”, “ya casi acabo”, son frases que he escuchado miles de veces a lo largo de toda mi carrera. Frases que han venido de gente de mi equipo, pero también de algunos jefes. Es una enfermedad que tiene un nombre: procrastinar. La padece mucha más gente de la que pensamos y […]
Genaro Mejía“Ahorita lo hago”, “ahorita voy”, “ya casi acabo”, son frases que he escuchado miles de veces a lo largo de toda mi carrera. Frases que han venido de gente de mi equipo, pero también de algunos jefes.
Es una enfermedad que tiene un nombre: procrastinar. La padece mucha más gente de la que pensamos y está asociada muchas veces con una búsqueda obsesiva de “hacerlo perfecto” o de un gran miedo al fracaso.
Pero no me hago el santo. Yo también procastino. Todos lo hacemos. El problema es cuando se vuelve un estilo de vida y causa graves daños en nuestro trabajo y en nuestras relaciones.
Por eso, entre tantas otras razones, es que en este espacio me gusta promover el pensamiento y espíritu emprendedores. Para los emprendedores, la procastinación está prohibida, pues aquel que aplaza o pospone no logra concretar su idea y convertirla en un negocio sostenible. El emprendedor debe actuar ya, tomar decisiones de inmediato
“Hay que dejar de esperar a que llegue lo que sea que te falta y hacer lo que uno quiera hacer ya, aun con las condiciones más adversas”, dice René Lomelí, partner de 500 Latam, el fondo de capital en etapa temprana más activo del mundo, que ha invertido en más de dos mil 500 startups y por donde han pasado empresas que hoy ya son unicornios como Clip, Konfío, y otras que están creciendo aceleradamente, como 99 Minutos y Jüsto.
La historia de René Lomelí es un testimonio fiel de este espíritu de hacer y no aplazar. Tenía 21 años al terminar la carrera de ingeniería en sistemas, pero no se sentía entusiasmado. René recordó que le gustaba emprender desde los 13 años, cuando organizaba fiestas infantiles.
Así que dejó de buscar trabajo y empezó a organizar eventos para emprendedores, donde encontró la felicidad. Poco después llegó a Startup Weekend y se volvió parte de los organizadores del bootcamp en su natal Mérida
Fue justo en un Startups Weekend cuando conoció a Santiago Zavala, partner de 500 Startups, quien le hizo una propuesta que cambió su vida para siempre: “¿Por qué no vienes a la Ciudad de México y te sumas a 500? Necesitamos manos”.
Aunque no había nada cierto sobre sus funciones, salario y perspectivas, René no lo pensó dos veces: “Me mudé de un día para otro y aquí sigo”
Para René, parte del cambio de mentalidad es aprender a ser feliz también haciendo las cosas que no te gusta hacer, “ensuciarte las manos” y dejar de pensar que no se puede.
Cuando emprendes o cuando lanzas un nuevo producto, dice Darío Okrent, Chief Digital Oficcer de Alsea, no puedes esperar a que existan las condiciones perfectas, sino que hay que arrancar con un Producto Mínimo Viable (MVP, por sus siglas en inglés) cuanto antes.
“Lo perfecto es enemigo de lo bueno”, dice Darío.
Así que si eres perfeccionista o te aterra el fracaso, en lugar de posponer, empieza ya con lo que tengas y luego, en el camino, lo perfeccionas. Sólo así se hacen realidad las cosas y se vencen los miedos. Sólo así puedes comenzar ya a cambiar tu vida.
Genaro Mejía es periodista digital y de negocios con más de 20 años de experiencia y LinkedIn Top Voices 2019