En la casa de campaña del candidato presidencial del PRI hay alerta roja. Y los motivos son varios.
En primer lugar está el susto provocado por el empate técnico de Peña Nieto con López Obrador en las encuestas, hecho que la firma Berumen y Asociados se vio obligada a reconocer.
En segundo lugar está el acoso cada vez más intenso de los jóvenes del movimiento #YoSoy132, que no dejan ni a sol, ni a sombra al candidato del PRI Enrique Peña Nieto.
Y en tercer lugar está el problema de los estropicios que presuntamente anda haciendo al interior del PRI la dupla integrada por el superman Luis Videgaray y Miguel Ángel Osorio Chong.
A la mancuerna Videgaray-Chong se le acusa de haberse apoderado del control absoluto de la campaña, lo que ha provocado la animadversión de varios viejos y colmilludos priistas.
Entre otros, surgen los nombres de Francisco Rojas, Heriberto Galindo y José Murat.
O todos espías, o todos rabones
A raíz de la tormenta que desató Josefina Vázquez Mota al acusar a Enrique Peña Nieto de prácticas de espionaje, los tricolores no se quedaron con los brazos cruzados.
El coordinador general de la campaña de Peña Nieto, Luis Videgaray, reviró exigiendo que Josefina acuse del mismo delito a Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública del presidente Felipe Calderón.
El pleito ha llegado a tal punto, que el tema ocupó hora y media de la atención de los legisladores que integran la Comisión Permanente.
Y es que cómo olvidar aquella conversación entre la candidata del PAN y el diputado Agustín Torres, en la que Josefina dijo:
“Un saludo cariñoso para Genaro García Luna, que nos graba en lugar de grabar al Chapo. Y un saludo muy amoroso a Alejandra Sota, que filtra todas nuestras llamadas telefónicas… pinche Sota”.
Por eso dicen que lo que es parejo, no es chipotudo. O todos espías, o todos rabones.
Ratifican amparo contra importaciones chinas
Ayer se ratificó un amparo promovido por el Sindicato de la Industria Metalmecánica y Siderometalúrgica que dirige el coahuilense Tereso Medina.
En él se le ordena al gobierno federal que suspenda la apertura con China.
Este procedimiento legal impediría que siguieran entrando manufacturas con contenido de acero y que actualmente inundan la economía mexicana.
El tema es tan importante, que fue abordado en el último debate de los candidatos presidenciales, tanto por Andrés Manuel López Obrador, como por Josefina Vázquez Mota.
El amparo fue dado por un tribunal colegiado con sede en Coahuila y ratifica la suspensión definitiva de la reducción de aranceles al acero importado que había efectuado la Secretaría de Economía.
Ahora habrá que ver si Bruno Ferrari acata esta resolución, porque en otras ocasiones no lo ha hecho.
El caso es relevante porque el mismo camino podrían seguir otras industrias severamente dañadas, como la textil y la del calzado, que han sido afectadas por la importación asiática a precios subvaluados.
Es la primera vez que el Poder Judicial interviene en la política económica que usualmente decide el Ejecutivo Federal, es decir, el presidente de le República.
El tema a destacar es que parece que los del sindicato irán con todo para que se cumpla la resolución y se detenga la desgravación, porque de no hacerlo, podría pedir detener a Ferrari por desacato. Pero eso aún está por verse.
Agarrón regio
Los que ayer se enfrascaron en una discusión en el Foro IMEF 2012 fueron los representantes de los candidatos presidenciales para el tema de política económica.
Lo curioso es que los tres eran de origen regiomontano, ya sea por nacimiento o por adopción, y tuvieron un tremendo agarrón de cifras y datos con los que intentaron defender a sus candidatos.
Por el lado de Andrés Manuel López Obrador estuvo el empresario Fernando Turner, quien ya ha sido designado secretario de Desarrollo Económico si triunfa el candidato del Movimiento Progresista.
El priista Enrique Peña Nieto fue representado por el diputado federal Ildefonso Guajardo, quien es el enlace de la campaña tricolor con los empresarios.
Y, finalmente, en nombre de Josefina Vázquez Mota asistió el financiero Mario Laborín, quien fijó las posturas de la abanderada panista.
El encontronazo tuvo sabor a machaca, carne asada y cabrito, aunque no se supo al final quién ganó. Lo que sí quedó claro es que no se pusieron de acuerdo.
