La corrupción no somos todos
La corrupción es un mal inherente a todo gobierno que no está controlado por la opinión pública. Ludwig von Mises
Un senador en el Super Bowl 49 cuando sus compañeros sesionaban en San Lázaro, un entrenador mexicano acusado de negociar resultados, un empresa de gas LP sin controles de seguridad, un financiero que se fuga con el dinero de los ahorradores, una primera dama con una mansión de dudosa procedencia, un político oaxaqueño con un piso en New York…
La corrupción se ha desbordado, brota por todos sitios, nos está asfixiando.
¿Es todo el país corrupto?
Pablo Mier y TeránLa corrupción es un mal inherente a todo gobierno que no está controlado por la opinión pública. Ludwig von Mises
Un senador en el Super Bowl 49 cuando sus compañeros sesionaban en San Lázaro, un entrenador mexicano acusado de negociar resultados, un empresa de gas LP sin controles de seguridad, un financiero que se fuga con el dinero de los ahorradores, una primera dama con una mansión de dudosa procedencia, un político oaxaqueño con un piso en New York…
La corrupción se ha desbordado, brota por todos sitios, nos está asfixiando.
¿Es todo el país corrupto?
Descontaría de entrada al 42 por ciento de los mexicanos –habitantes casi todos de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Puebla, Zacatecas, San Luis Potos- cuyo salario que no alcanza ni siquiera para adquirir la canasta básica.
¿Está en los políticos el origen y foco de la corrupción?
Usted decida.
Le presentamos a continuación frases de políticos que hablan sin pensar y de otros que se encueran al hablar:
Hablan sin pensar: “antes de empezar a hablar, permítanme decir unas palabras…”, “Estamos trabajando las 24 horas del día y parte de la noche”, “Ni nos beneficia ni nos perjudica, sino todo lo contrario”… o finalmente, el “Gober precioso” cuando afirmó: “Es mi voz, pero no soy yo”.
Se encueran al hablar.
Porfirio Díaz: “ese pollo quiere maíz”, su frase favorita cuando algún político o periodista lo criticaba
Álvaro Obregón: “Nadie aguanta un cañonazo de 50 mil pesos”, tomando en cuenta que en esa época 50 mil pesos eran toda una fortuna.
Carlos Hank Rhon: “un político pobre es un pobre político”
No creo que estemos destinados a la corrupción. En la mayoría de los mexicanos no existe el cromosoma traidor que nos orille sin remedio al enjuague, al carterazo contra el erario, a la ley del diez por ciento o al “No me den, pónganme donde hay”.
Según Transparencia Mexicana estamos en el lugar 103 de 175 países con una puntuación de 35/100. El país mejor evaluado es Dinamarca con 92 puntos; México comparte ubicación en la tabla con Bolivia, Moldavia y Níger.
En América Latina, también según Transparencia Mexicana, México se encuentra por debajo de sus principales socios y competidores económicos: 82 posiciones por debajo de Chile, 34 lugares por debajo de Brasil. Finalmente México se ubica en la última posición (34/34) entre los países que integran la OCDE.
Pero si la corrupción no somos todos, la solución sí está en todos. El día en el que todos podamos observar y exigir a las autoridades, ese día empezarán a dejar de hacer trampas.
Quisiera un plan del señor Chuayffet desde la SEP que incluya en los libros de texto gratuitos información que ayude a todos los mexicanos, también a los que no les alcanza ni para la canasta básica, a entender el concepto de transparencia y exigirlo a las autoridades.
Un gobierno controlado por la opinión pública, por la sociedad, podrá operar mejor, al menos para que a todos les alcance para la canasta básica.
Usted decida…