La presunta muerte en Coahuila de Heriberto Lazcano, alias “El Lazca”, podría cimbrar las estructuras de la clase política nacional.
Primero, porque se presume que el poderoso líder de Los Zetas podría estar directa o indirectamente involucrado en el asesinato de José Eduardo Moreira, hijo del ex gobernador Humberto Moreira.
Y segundo porque se investiga los motivos por los que El Lazca, oriundo del estado de Hidalgo, donde se presume que gozaba de amplia protección, terminó mudándose a Coahuila.
Los analistas advierten que la súbita llegada de El Lazca a vivir en Coahuila desató un violento choque entre capos confrontados por asumir el liderazgo absoluto de Los Zetas.
Sus rivales eran Miguel Ángel Treviño, alias “El Z40” y su hermano Alejandro Treviño Morales, alias “El Z42”, que eran los jefes zetas que dominaban la plaza en Coahuila.
Las autoridades investigan ahora quién o quienes negociaron –y a cambio de qué- el traslado de las operaciones de El Lazca de Hidalgo a Coahuila.
Y sobre todo quien toleró que las dos células más poderosas de Los Zetas acabaran coexistiendo en la entidad en la que fue victimado el hijo del ex presidente nacional del PRI y sobrino del actual gobernador.
La quinta visita
Da la impresión que Felipe Calderón quiere estar bien seguro que el presidente electo seguirá al pie de la letra sus recomendaciones, si no es que hasta sus instrucciones.
De otra manera, no se explica que Enrique Peña Nieto fuera convocado ooootra vez a los Pinos para escuchar otras cuatro horas más a Calderón, después de las cinco horas de la semana pasada.
Si no hubiera sido por los tradicionales tuits de Luis Videgaray, nadie se hubiera enterado que el tema de la reunión fue sobre asuntos económicos.
Y es que todavía pasadas más de dos horas del término de la reunión, la coordinación de comunicación social de la presidencia de la República, que se supone está a cargo de Alejandro Sota, todavía no hallaba la manera de informar algo sobre el encuentro.
S’il vous plaît
Por algo el idioma francés se impuso durante muchos años como el lenguaje oficial del mundo diplomático.
Desde la semana pasada Valérie Trierweiler, esposa del presidente francés François Hollande, dio una muestra de la firme sutileza de uno de los gobiernos más poderosos del mundo, para que Peña Nieto acceda a la liberación de Florance Cassez.
La esposa de Hollande utilizó los canales de la embajada para decirle al gobierno mexicano que La France está con Florance al enviarle libros y chocolates a la prisionera francesa.
El hecho se dio a unos días de que Enrique Peña Nieto tenga un encuentro con el presidente francés François Hollande.
Por cierto, Peña Nieto dictara en París una plática sobre “El México del cambio y su rol en el cambio en un mundo”.
Lo bueno, o lo malo según se vea, es que en la comitiva presidencial no viajan los compañeros de partido Carlos Romero de Champs y Joaquín Gamboa Pascoe, para que entiendan los franceses cuánto ha cambiado nuestro país.
Ven el temblor y no se hincan
El presidente del Consejo Coordinador Empresarial Gerardo Gutiérrez Candiani se apersonó en el Senado para exigir que los senadores le metan mano a la minuta que aprobó la Cámara de Diputados.
Dice que a los diputados se les pasó la mano al establecer demasiadas condiciones para que operen las “outsourcings”, a fin de evitar prácticas fraudulentas.
Sostiene que con tantas reglas se afectará la inversión extranjera y se pondrán en riesgo miles de empleos.
O sea que ahora resulta que sin los cambios de la reforma las cosas estaban mejor.
En una de esas, los senadores le toman la palabra al presidente del Consejo Empresarial y regresan con modificaciones la minuta a la Cámara de Senadores para que a su vez el proyecto de reforma sea turnado al frigorífico legislativo.
