La noticia de que Cuauhtémoc Blanco participará en un juego de futbol con el América, en el que será homenajeado, ya prendió los focos rojos entre varios de los involucrados. El primero de ellos se encendió en la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, pues en su cancha estará garantizar la seguridad del polémico alcalde de Cuernavaca. El otro se prendió entre los miembros del Cabildo de la Ciudad de la Eterna Primavera, porque aunque el juego será el sábado 5 de marzo, el equipo se concentrará el jueves 3 y viernes 4, y ya sospechan que Blanco dejará encargado el changarro esos días. Pero quienes están en alerta roja son los otros futbolistas convocados, porque saben que aunque Cuauhtémoc Blanco esté invitado para participar en el partido por unos minutos, su protagonismo es tal que quizá no les deje espacio para brillar. ¿Pero, de dónde sacarán esas ideas sobre el modesto caballero de Cuernavaca?
Ni ve ni oye
El director de Centro SCT en el Estado de México, Eduardo Rafael Luque Altamirano, no ve y no oye lo que pasa en el territorio de su demarcación. En este diario publicamos un reportaje pormenorizado sobre la contaminación visual que provocan las decenas de anuncios panorámicos en el área de La Marquesa. Pero sobre el tema el funcionario no ha querido decir nada, ha preferido evitar meterse en broncas, a pesar de que existe un estudio sobre lo peligroso que es esa publicidad en un tramo tan transitado. Ojalá que Luque Altamirano no esté esperando un accidente para dar a conocer su posición.
A disipar rumores
Los maestros disidentes de Oaxaca se quedaron como sus alumnos. No entendieron nada. Y es que el secretario de Educación Aurelio Nuño les dijo que les quiere dar la cara para dialogar sobre las dudas y rumores que se han socializado sobre la Reforma Educativa. Se quedaron con el ojo cuadrado cuando escucharon en su discurso al arrancar en esa entidad el programa Escuelas al CIEN que quiere escuchar lo que a los maestros les preocupa. Y es que como ya saben que no se toca el corazón para no pagar a los maestros faltistas o para suspender a los que no se evalúan, como que no saben qué pensar de esta nueva modalidad. Bien dicen que el miedo no anda en burro.
