La afrenta y la desilusión

Desde París el Presidente Enrique Peña Nieto dijo lo que todos sienten: la fuga del Chapo Guzmán es una afrenta al sistema político mexicano. Pero también es la demostración de que los penales de máxima seguridad no son de máxima seguridad y es la muestra de que el dinero puede corroer a cualquier institución del estado mexicano. Lo más curiosa es que las reacción de los ciudadanos que ante la fuga de uno de los criminales más buscados de la historia son encontradas.

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Desde París el Presidente Enrique Peña Nieto dijo lo que todos sienten: la fuga del Chapo Guzmán es una afrenta al sistema político mexicano. Pero también es la demostración de que los penales de máxima seguridad no son de máxima seguridad y es la muestra de que el dinero puede corroer a cualquier institución del estado mexicano. Lo más curiosa es que las reacción de los ciudadanos que ante la fuga de uno de los criminales más buscados de la historia son encontradas. Hay quienes aseguran que se veía venir, que nunca estuvo preso, que era evidente que iba a comprar a las autoridades y un largo etcétera. Lo que todo esto demuestra es la desilusión que hay por parte de los ciudadanos contra lo órganos de impartición de justicia. 

¿Mordidas en la lengua?

El ex Procurador General de la República, Rafael Macedo de la Concha, aseguró que la fuga del Chapo Guzmán es por cosas de la corrupción. Pareciera que se mordió la lengua porque fue en el sexenio de Vicente Fox, cuando Macedo de la Concha era Procurador, cuando se fugó por primera vez el narcotraficante, y no por un túnel, sino que hay la versión que un carrito de lavandería y otros dicen que fue caminando disfrazado de un visitante más del Penal de Puente Grande. Versiones sobran, lo cierto es que a los panistas no les queda muy bien andar apuntando con el dedo. 

Los escándalos por la lana

En medio de los escándalos por el gasto del poder Legislativo en tiempos de crisis, hay quienes ven la tormenta y no se hincan. Mientras por un lado los discursos se llenan con palabras como austeridad, ahorro, previsión y responsabilidad, los hechos gritan que a nuestros legisladores les cuesta algo de trabajo aplicar lo que tanto predican. Eso parece ocurrir con una delegación de senadores que viajó a una “diligencia muy necesaria” a Japón, a entrevistarse con políticos de primer nivel para hablarles de las reformas que se aprobaron en México en los meses pasados. En tierras niponas se encuentran los senadores Luis Miguel Barbosa (PRD), José Rosas Aispuro (PAN), María Elena Barrera (PVEM), Lilia Merodio (PRI), Lucero Saldaña (PRI), Rosa Adriana Díaz (PAN), Manuel Cavazos (PRI) y Luz María Beristain (PRD). Habrá que esperar el reporte de los gastos de estos legisladores (in)conscientes de la situación económica del país porque, al menos en boletos de avión, el costo seguramente será para desmayarse porque -no lo olvidemos- ellos solo saben viajar en first class.

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