El trébol de Osorio

No cabe duda que el profe Juan Carlos Osorio debe haber ido al mercado de Jamaica a comprar algo más que unas hojas de Jamaica o té de tila, tréboles para encontrar uno de cuatro hojas, solamente uno que es el que lo tiene vivito y coleando ante la Federación Mexicana de Futbol, ante las Selecciones Nacionales, ante los dueños del balón, ante la Liga Mx y los que ponga. Y esto, no cabe duda, que es algo que lo podríamos afirmar y requeté afirmar.

Alfredo Domínguez Muro Alfredo Domínguez Muro Publicado el
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No cabe duda que el profe Juan Carlos Osorio debe haber ido al mercado de Jamaica a comprar algo más que unas hojas de Jamaica o té de tila, tréboles para encontrar uno de cuatro hojas, solamente uno que es el que lo tiene vivito y coleando ante la Federación Mexicana de Futbol, ante las Selecciones Nacionales, ante los dueños del balón, ante la Liga Mx y los que ponga. Y esto, no cabe duda, que es algo que lo podríamos afirmar y requeté afirmar.

No encuentro otra razón por la cual el “profe” Osorio genere el futbol o la confianza si usted quiere decirme, para marcar resultados y que luego los trate de justificar con que el equipo fue puro corazón, coraje, adrenalina, lo que usted ponga,

El equipo mexicano sigue sin generar jugadas de gol, es un equipo predecible, es un equipo que no llega a portería, lo más importante en el futbol, usted y yo lo sabemos, es llegar a portería porque ahí se meten los goles.

Para este partido ante Nueva Zelanda hace cualquier cantidad de cambios, el sabrá sus razones, pero lo que no puede uno entender es que con otros jugadores haga lo mismo, cuando las teorías de los verdaderos conocedores, los sabios del futbol, históricamente nos dicen que hay un cuadro titular, de ese cuadro titular se genera un cuadro base, y luego vienen las variantes y en las variantes es en donde se aplican los cambios, hoy decide hacer lo mismo pero con otros jugadores.

Al final d el camino El equipo de Nueva Zelanda, que era aparentemente presa fácil por ser el equipo numero 98 del planeta y nosotros presumir ser el número 17, comienza a darse cuenta primero que el equipo mexicano no controla el balón en la media cancha, después que se le puede arrebatar la pelota, después, el desastre es que los nuestros regalan balones, cuántos balones en salida dele quipo mexicano ante estos neozelandeses, y desde luego Alfredo talavera saca una y otra, tapa una y otra, hasta que finalmente casi al final del primer tiempo viene ese gol de los neozelandeses, justo premio para quienes hicieron cuando menos algo para meter gol y esto significa que los tiros a gol cuando menos que vayan a portería.

Para el segundo tiempo las cosas no fueron distintas, por supuesto la salida de Carlos Salcedo, lamentable, por lesión y luego la de Héctor Moreno, lamentable, por lesión, obligaron a meter a un Rafael Márquez que no esta al ritmo de carrera de los jugadores neozelandeses sobre todo en velocidad, por ahí le perdonaron, seguramente por jerarquía, alguna que otra amarilla, pero al final de cuentas es una jugada individual, genial, de Raúl Jiménez, la que saca las castañas del fuego en u partido oficial como este. Es el mismo Raúl Jiménez que con aquel gol de chilena ante Panamá, nos ayudó a seguir teniendo vida previo a aquella ultima jornada desastrosa, y así podernos ir al Mundial de Brasil, por supuesto previa aduana en Nueva Zelanda, pero las cosas zona así.

Después vino esta jugada de Javier Aquino otra vez sobre Oribe Peralta, el 2-1 y suficiente.Así las cosas  hoy el equipo mexicano tiene el destino en sus manos, un empate le basta para calificar a la siguiente ronda.

Y a don Juan Carlos Osorio una vez más le salen las cosas en el resultado, pero en la cancha sigue dejando muchísimo, pero muchísimo qué desear.

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