Soy fanático de esas historias entre alumno y maestro, en donde –muchas veces- el educando muestra que aprendió bien de su mentor.
Porque no existe buen discípulo sin un corrector tutor, guía. Claro, para probar que hubo una buena enseñanza en la mayoría de los casos ambos se baten a duelo. Ahí se pondrá en juego lo aprendido contra la experiencia.
El Monterrey y Tigres se enfrentarán el próximo sábado. Y la venidera edición del Clásico Regio nos dará la oportunidad de ver precisamente un choque así. No está en juego una calificación a Liguilla… o un descenso. Son tres puntos, nada más.
Sin embargo, para muchos nostálgicos el tener frente a frente a Víctor Manuel Vucetich Rojas y Marco Antonio Ruiz García evocará, nuevamente, recuerdos como aquel sucedido el 24 de marzo de 1996.
Sí, aquella vez en donde Rayados venció a “La U” en el mismo Estadio Universitario, resultado que concretó el descenso del “Auri” a la Primera A.
De entrada, será la primera vez que ambos se enfrenten como entrenadores en la Liga MX, un duelo que pondrá a prueba lo poco o mucho que ha aprendido Marco contra el vasto conocimiento de Víctor.
Para quien no está tan familiarizado: esa calurosa tarde de marzo ahí estuvieron y los dos sufrieron el mismo fatídico destino. “Vuce” era el entrenador de los de la UANL y el “Chima” uno de sus tantos dirigidos. Aquel estigma quedó para siempre en la vida deportiva de ambos. La pérdida de la categoría es un castigo cruel.
La historia cuenta que Vucetich no se fue al “infierno” de la Primera A con Tigres; no así Ruiz, quien fue de los valientes que permanecieron en el equipo, el mismo que volvió a la categoría absoluta de nuestro balompié un año después tras ganar un Bicampeonato.
Por eso muchos aún recuerdan con cariño al “Chima”; sin embargo, a 27 años del descenso y 26 del regreso a la máxima categoría, Ruiz ha perdido crédito porque sus resultados –en general- no han sido los que muchos esperaban.
Vucetich, por su parte, vive un momento diametral. La gente ha logrado, en su mayoría, confiar nuevamente en él tal y como sucedió entre el 2009 y 2013 –la época dorada del club-. Su equipo se puede decir que juega bien y le ha alcanzado para mantenerse como el líder general del presente Clausura.
Que quede clara una cosa: no esperemos un partido espectacular. Por el contrario, considerando necesidades, calendario, posibles ausencias, clima, lo que usted quiera, todo hace pensar que será un choque de juego espeso y mucho nervio.
¿Pronóstico? A diferencia de otros duelos entre alumno y maestro en donde el discípulo muestra su aprendizaje, aquí sucederá lo contrario. Más sabe el diablo por viejo, que por diablo.
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