El secretario General de Gobierno, Javier Navarro Velasco, sigue jugando con la grave y desesperante situación de Nuevo León.
El funcionario estatal, cuya responsabilidad, entre otras, es procurar una buena relación política entre el gobierno, los partidos y los distintos poderes, pareciera que toma a juego la situación en la entidad.
Uno de sus objetivos debe ser solucionar el conflicto que sostienen con el Congreso del Estado; de hecho su jefe, el gobernador Samuel García públicamente ha dicho que desea hacer las paces con el Poder Legislativo, pero Navarro no lo sabe, o desconoce la postura de su superior.
Resulta ser que el secretario de Gobierno mandó un mensaje de Whatsapp a la presidenta del Congreso, Lorena de la Garza, queriéndole llamar la atención y casi dándole un ultimátum para que se sienten a dialogar a la conveniencia de él.
Es el colmo. Navarro es quien debe dar la primera muestra de querer solucionar estas diferencias, ¿cómo?, mediante la liquidación de adeudos pendientes con los municipios, publicando decretos pendientes del Legislativo, y sugiriendo que el Gobierno presente un presupuesto equitativo.
No está Navarro para ponerse sus moños, cuando el futuro de Samuel García es incierto, menos para exigir que el Legislativo se ponga a sus órdenes.
La justificación de Hernán
Hernán Villarreal, titular de la Secretaría de Movilidad y Planeación Urbana, por fin reconoció que se tiene un grave problema del transporte público en la entidad, pero sin dejar de mencionar que esta problemática se viene arrastrando desde la pasada elección.
La realidad es que el funcionario se equivoca en intentar justificar este problema a terceras personas en la comparecencia en el Congreso por la glosa, pues tiene 3 años de trabajo y sus proyectos de mejorar la movilidad simplemente no se ven en el día a día de los usuarios.
Habrá que recordarle al funcionario que no basta con reconocer el problema de transporte, sino soluciones urgentes, sobre todo cuando antes de llegar a este cargo decía que tenía la solución.
Un punto no menor, fue que Villarreal fue valiente en pedir que los usuarios utilicen más los camiones urbanos hasta llegar a un 38 por ciento, y con esto mejorar el caos vehicular que se vive en las principales avenidas de la Zona Metropolitana de Monterrey.
Primero tendría que convencer a los ciudadanos que dejen de utilizar su automóvil, que la verdad sea dicha luce difícil, sobre todo en una metrópoli diseñada por años para el uso de vehículos, y la segundo ofrecer un transporte público de calidad.
¿Cómo vamos, Cómo Vamos NL?
La plataforma Cómo Vamos Nuevo León, que también tiene a Alcalde ¿Cómo Vamos? ha mantenido un bajo perfil en los últimos meses, poco se sabe de este organismo compuesto por asociaciones civiles.
Con el cambio de alcaldes, ahora que el ex munícipe sampetrino, Miguel Treviño fue cuestionado por actos de corrupción, por haber borrado información oficial, entre otras cosas, los de Cómo Vamos callaron.
Igual con el mal desempeño del gobernador, Samuel García en todos los sentidos; habría que preguntarles ¿cómo vamos, Cómo Vamos?
En el caso de Treviño es comprensible el silencio, pero reprobable, ya que Treviño es el fundador de esas plataformas.
Igual de comprensible, pero reprobable es que tampoco se manifiesten en relación a la política ecológica del gobierno del Estado, donde un integrante o allegado de esta plataforma, Cosijopi Montero, hace de las suyas con total opacidad, al igual que el secretario del Medio Ambiente, Alfonso Martínez Muñoz, ambos cuestionados por presunta corrupción en esa materia.
Igual pasan por alto la labor de Javier Navarro que también en sus dependencias es amante de la opacidad. Navarro también emigró de las filas de esta plataforma, luego de haber pertenecido al Consejo Cívico, alias el Consejo Cívico de las Instituciones de Nuevo León.