Ivonne Ortega y los revolucionarios vergonzantes
El Partido Revolucionario Institucional, PRI, realizó su Consejo Político Nacional, donde Ivonne Ortega Pacheco, secretaria general priista, recordó que en la asamblea nacional del tricolor del pasado mes de marzo, se reformaron los documentos básicos, incluidos sus estatutos, con lo que marcó claramente “un antes y un después en la visión y la ideología del partido (…)”.
¿Qué quiso expresar la exgobernadora yucateca con eso de “un antes y un después…”?
El FaraónEl Partido Revolucionario Institucional, PRI, realizó su Consejo Político Nacional, donde Ivonne Ortega Pacheco, secretaria general priista, recordó que en la asamblea nacional del tricolor del pasado mes de marzo, se reformaron los documentos básicos, incluidos sus estatutos, con lo que marcó claramente “un antes y un después en la visión y la ideología del partido (…)”.
¿Qué quiso expresar la exgobernadora yucateca con eso de “un antes y un después…”?
Que ahora son un partido de revolucionarios vergonzantes, por aquello de haber privatizado el festejo del Aniversario 103 de la Revolución Mexicana.
Que la ideología virtual se cambia en cualquier momento, como si fueran un par de calcetines. Cuanto esto sucede, entonces hablamos de simples intereses mezquinos.
Basándonos en que el Partido Revolucionario Institucional tuvo su origen en el movimiento de 1910, encabezado por Francisco I. Madero, luego le seguirían Francisco Villa y Emiliano Zapata, la visión revolucionaria y la ideología no pueden echarse al basurero de la historia, por supuesto según las palabras de la exgobernadora Ortega Pacheco, en el Consejo Político Nacional priista.
La secretaria general del Revolucionario Institucional, como muchos otros políticos tricolores que han pasado por la presidencia de ese partido o por la cartera que ahora ocupa la exmandataria de Yucatán, en sus afanes protagónicos hablan sin pensar, que resulta abismalmente diferente a pensar y luego hablar.
Porque cuando ocurre lo primero existen millones de posibilidades de hacer el papelón.
Ridículos similares, hay muchos. Por ejemplo, 1988, año electoral en el que Jorge de la Vega Domínguez, dirigente priista, le prometió a Carlos Salinas de Gortari que llegaría a la Presidencia de la República con 20 millones de votos, cifra que resultó muy alejada de la realidad.
En su momento, Genaro Borrego Estrada, que dirigió el PRI en el lapso 1992-1993, periodo en que el priismo estaba bajo la visión de “liberalismo social”.
Fue en esa coyuntura cuando Borrego soltaría una frase más o menos igual a la de la señora Ortega Pacheco:
“Promovemos la reforma de la Revolución (…) que rescata y preserva valores esenciales de nuestra historia, a la vez que engarza al país con los grandes cambios de orden científico, tecnológico, económico y social que se están registrando en un mundo globalizado e interdependiente”.
Borrego Estrada, como reformista de la Revolución, fue un fracaso, pues en septiembre de 2007 fue nombrado director de asuntos corporativos de Fomento Económico Mexicano S.A.B. de C.V. (Femsa). El exgobernador de Zacatecas, que buscó la refundación (…) del PRI, simplemente saltó al sector privado.
Este promotor priista de la reforma de la Revolución, al final del día, renunció al priismo el 6 de junio del 2006 y se empezó a pintar de blanquiazul. En ese entonces, Felipe Calderón era enfilado a la Presidencia de la República.
Uno más es Adolfo Lugo Verduzco, también fue víctima de los gazapos como dirigente nacional priista; en una ocasión, se apoyó en Perogrullo para justificar las derrotas, al afirmar que “en las elecciones se gana o se pierde”.
La declaración ocurrió después de que el PRI perdiera procesos electorales en Chihuahua, Durango y Coahuila.
En el caso de César Camacho Quiroz, actual presidente del tricolor, basta una perla aportada por este exmandatario estatal, para estar cierto de quién está al frente del priismo en México.
“El partido defenderá en las calles, si es necesario, la reforma energética”.
No comments.
Ulises Ruiz y Mario Marín, delegados del PRI
Ambos, son impresentables e indefendibles.
Ulises debe muchas explicaciones sobre los muertos del 2006 en Oaxaca.
“El gober precioso”, no aclara los casos de pedofilia y pederastia consumados durante su gobierno.
Dicen los que saben, que Ruiz Ortiz será delegado del PRI en tierras poblanas y Marín, fue nombrado para Oaxaca.
Así como va este nuevo PRI, Kamel Nacif y Jean Succar Kuri, podrían asesorar a Emilio Gamboa en el Senado.
“La tuvo, era suya, y la dejó ir…”
Parafraseando al “Perro Bermúdez”, Cuauhtémoc Cárdenas, “la tuvo, era suya y la dejó ir…”.
Nos referimos a la presidencia nacional del Partido de la Revolución Democrática, PRD.
El hijo del Presidente Cárdenas rechazó la oportunidad de anotar un gol al interior del perredismo. Porque su sola presencia cimbraría las estructuras de la corrupción que han deteriorado, sobre todo, la credibilidad que tenía la izquierda mexicana.
Quizá las tribus o los grandes intereses que hay en lo que queda del Partido de la Revolución Democrática, se hubieran sometido ante la autoridad moral de uno de los fundadores del PRD, organización política que últimamente se ha dedicado a medrar, copiando acciones o decisiones del panismo y del priismo, que han llevado al caos al sistema de partidos en México.
Al declinar lo que parecía una petición unánime para ocupar la presidencia del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, dejó la puerta abierta para que Jesús Ortega, uno de los alumnos de Rafael Aguilar Talamantes en el Partido Socialista de los Trabajadores, continúe haciendo de las suyas en el perredismo junto con Jesús Zambrano, bajo el cobijo de Nueva Izquierda.
Lo real es que con su decisión, el PRD está inmerso en un pantano del que difícilmente podrá salir de persistir las ambiciones de Dolores Padierna, de su esposo René Bejarano (Izquierda Democrática Nacional); y de Foro Nuevo Sol, con Amalia García y Silvano Aureoles como cabezas visibles. Con este escenario, el perredismo se encuentra en el punto de quiebre.
En todo este rompecabezas en que está convertida la izquierda perredista, hay otros nombres como el de Miguel Ángel Mancera, que llegó a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México gracias al caso News Divine, pues al ser renunciado el entonces procurador, Rodolfo Félix Cárdenas, lo relevó Mancera, un doctor profesor del ITAM y gris subprocurador de Justicia.
Muchos afirman que lo que MAM tiene de izquierdista, otros perredistas lo tienen de congruencia ideológica.
Mientras tanto, Marcelo Ebrard amenazó con impugnar el Congreso del PRD, porque no obtuvo lo que buscaba. Que no se diga chamaqueado, porque sabe muy bien de qué lado masca la iguana, porque si no lo sabe, Carlos Navarrete ya se encuentra en la imaginaria y Chucho Ortega seguirá al mando.
La UNAM, purifica
Una historia del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, (UNAM), José Narro Robles.
Ocupó la Subsecretaría de Gobierno en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando Jorge Carpizo fue titular de la Secretaría de Gobernación.
No pasemos por alto que, durante las primeras horas de 1994 surgió en el estado de Chiapas el Ejército Zapatista de Liberación Nacional, EZLN.
Fue el 4 de julio de 1994, cuando un Grupo Especial (integrado por Jorge Madrazo Cuéllar, comisionado para la Paz y la Reconciliación en Chiapas; Héctor Hernández Llamas, vocal ejecutivo de los Compromisos para la Paz en Chiapas; y José Narro, subsecretario de Gobierno de la SG), viajó a esa entidad.
En una reunión con el entonces gobernador, Javier López Moreno, el funcionario de Gobernación, el Doctor Narro, aseguró que para avanzar en el camino de la paz ha sido necesario reconocer injusticias acumuladas. “Esto –resaltó– lo hemos hecho de inmediato y se está actuando en consecuencia”.
“Estamos aquí para asegurar el paso de las palabras a los hechos. La más absoluta mayoría del pueblo de México quiere la paz en el país y en Chiapas, particularmente”, finalizó el subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (Boletín de Prensa de Gobernación No. 0106/94).
Eruviel y Meade, dos cancilleres
El gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila, en su desbocada demagogia, le prometió a un grupo de mexiquenses que buscaría, ante el gobierno de Canadá, eliminar las engorrosas visas para los mexicanos.
Así, Eruviel Ávila, unilateralmente, se abrogó el papel de secretario de Relaciones Exteriores. Y José Antonio Meade qué hace, preguntamos.
Parece que Eruviel quiere llenar algunos “vacíos”.