Los videos son francamente deficientes en su concepción y en su realización. Pareciera que a la o las personas que se les ocurrió esta idea, la llevaron a cabo para “salir del paso” y fingir una nueva forma de comunicación social; la realidad es que dejan mucho que desear.
El tratamiento audiovisual no está homologado, cada secretaría optó por la escenografía que mejor le pareció al productor. Si es que hubo algún productor involucrado en este proyecto, lo dudamos.
Algunos videos ni siquiera súpers o gráficos identificativos utilizaron. En otros, el secretario está viendo directamente a la cámara, aparece en ángulo de entrevistado.
La iluminación simplemente es nula, no existe. Da la impresión de que el presupuesto para un kit básico de producción se fue con el “año de Hidalgo”.
Lo más rescatable sucede en el informe de la secretaría de Gobernación. Alejandro Poiré aparece bien encuadrado, medianamente bien iluminado y la lectura del teleprompter no es notoria.
Su discurso es breve, no rebasa los 8 minutos, la dirección de cámaras es óptima, van de medium a close con cadencia y ritmo. Más aún, se entiende el mensaje.
En la PGR el asunto se complica. Hicieron ver a la Procuradora Marisela Morales muy mal, no cuidaron la toma, no la iluminaron, la alumbraron, y para colmo, no se escucha.
En términos generales, es una clase de lo que no se debe hacer cuando de comunicación social se habla. Sencillamente porque no se entiende el informe de la funcionaria pública.
Curiosamente, uno de los informes mejor armados, con mejor textura de video, con muy buena iluminación, una escenografía cuidada, y excelente audio, es el del secretario de Seguridad Pública Federal.
A pesar de las evidentes limitantes de comunicación verbal del secretario Genaro García Luna, el video lo hace aparecer menos áspero al sentir del usuario.
Es decir, un tratamiento audiovisual profesional, con la firme intención de comunicar un mensaje al pueblo, sobre todo cuando es de una secretaría de Estado, debe ser enviado con claridad y eficacia, utilizando las herramientas básicas.
Por desgracia, en nuestro gobierno esta clase de asuntos –y otros de mayor urgencia e importancia– siempre se hacen a la” mexicana”. Al clásico “ahí se va”.
Sin coordinación, sin enfoque, sin un liderazgo que marque un camino a seguir. En el caso de los informes virtuales de los secretarios de Estado pareciera que lo que se buscaba era terminar lo antes posible con la encomienda.
Duda: ¿Por qué la dirección de comunicación social de la presidencia no realizó informe? Por favor, no nos vayan a decir que fue de esa oficina que nació la idea de los informes virtuales y fue ese mismo escritorio el que coordinó y validó el proyecto.
Ahora entiendo.