El IMSS ha logrado incrementar su recaudación hasta en un 60 por ciento, un excedente histórico,  gracias a una mejor administración de los recursos. Foto: Especial

IMSS: Aprovechar los recursos para mejorar la salud de todos

En los últimos años, el IMSS ha visto un crecimiento notable en la recaudación y en la creación de empleos formales

En días recientes el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a cargo de Zoé Robledo Aburto, presentó su Informe al Ejecutivo federal y al Congreso de la Unión sobre la situación financiera y los riesgos 2023-2024 de esta institución.

Hay resultados a destacar de este informe sobre todo para la construcción del “segundo piso” de la Cuarta Transformación.

En los últimos años, el IMSS ha visto un crecimiento notable en la recaudación y en la creación de empleos formales. Sin embargo, ¿por qué a pesar de tener más recursos, la calidad de la atención médica no ha mejorado como se esperaría? Esta es la paradoja que enfrenta hoy el IMSS.

Cuando esta administración tomó las riendas del IMSS en 2019, la situación no era nada alentadora.

El Seguro de Enfermedades y Maternidad ya tenía un déficit de 74 mil millones de pesos para brindar asistencia médica, quirúrgica, farmacéutica y hospitalaria, además de las prestaciones económicas (incapacidades).

Cuatro años después, esa cifra ascendió a 91 mil millones de pesos. Si seguimos así, este déficit podría aumentar un 12.8 por ciento en los próximos años. Es decir, cada vez se necesita más dinero para atender a sus derechohabientes.

¿Por qué este aumento?

Principalmente, porque el número de asegurados ha crecido, y con ello, las enfermedades crónico-degenerativas como diabetes, hipertensión y cáncer, que son costosas de tratar. En 2018, había poco más de 20 millones de trabajadores asegurados.

Para 2023, esa cifra aumentó a más de 22 millones. En total, los derechohabientes pasaron de 68 millones a casi 77 millones en el mismo periodo. Es decir, 8.6 millones de personas más necesitan servicios médicos, pero la infraestructura y el personal del IMSS no han crecido al mismo ritmo.

Un desafío importante es la disponibilidad de camas hospitalarias. En 2018, había 0.68 camas por cada 1000 personas adscritas a un médico familiar. De acuerdo con el “Plan Maestro de Infraestructura 2020-2024 del IMSS”, se planteó construir 116 hospitales nuevos.

Al cierre de la administración, aunque se terminaron o están por terminar varios hospitales que habían quedado inconclusos de la administración pasada, solo se habrán construido nueve hospitales nuevos, resultando en una disponibilidad en 2023 de 0.67 camas por cada 1000 derechohabientes (la Organización Mundial de la Salud recomienda tener 2.5 camas por cada mil habitantes).

Además, el número de enfermeras por cada 1000 personas adscritas a un médico familiar disminuyó de 2.22 en 2018 a 2.19 en 2023, mientras que el número de médicos aumentó ligeramente de 1.55 a 1.75.

Esta falta de crecimiento en recursos humanos e infraestructura ha impactado la calidad de la atención médica. De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el IMSS es la institución con más quejas por violaciones al derecho a la salud, mientras que la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de 2023 mostró una disminución del 3.3 por ciento en la satisfacción con los servicios del IMSS entre 2021 y 2023.

Recaudación

A pesar de estos desafíos, el IMSS logró incrementar su recaudación en un 60 por ciento, un excedente histórico en 2023 de 41 mil 850 millones de pesos, con un superávit después de acumulación de reservas por 27 mil millones de pesos, gracias a una mejor administración de los recursos.

Este superávit es una oportunidad para invertir en mejorar la atención médica y abordar los problemas de infraestructura y personal.

La próxima administración de la doctora Claudia Sheinbaum tiene una tarea urgente: mejorar la calidad de la atención médica en el IMSS.

Para lograrlo, se debe abordar el déficit histórico del Seguro de Enfermedades y Maternidad y reordenar el presupuesto de otros seguros que tienen superávit. Es importante que el IMSS tenga viabilidad financiera para los próximos años, pero también debe tener sentido invertir más en mejorar la atención a los derechohabientes.

Es esencial invertir en la actualización de la capacidad instalada, contratar más personal de salud y mejorar sus condiciones laborales. Solo así se podrá avanzar en el “segundo piso” de la Transformación, en el que no solo se hable de números y recaudación, sino de una atención médica digna más humana y de calidad para todos los mexicanos.

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