Una cosa es que quienes quieran protestar lo hagan libremente por las calles de la Ciudad de México, y otra muy distinta que un grupo de encapuchados incendien impunemente metrobuses y estaciones, a ciencia y paciencia del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
La desaparición de los 43 normalistas de Iguala no le da derecho a nadie de cometer actos vandálicos.
De que la perra es brava
Los dirigentes de las diversas facciones y tribus que integran el PRD, están dando un triste espectáculo.
Y todo porque a Luis Miguel Barbosa se le ocurrió que era oportuno dar a Los Chuchos una responsabilidad indirecta por los crímenes que le imputan el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca.
El hecho de que un partido político postule un candidato que pudiera llegar a tener vínculos con la delincuencia organizada, no significa necesariamente que quien lo postula sea delincuente, o narco.
Ciertamente el PRD postuló a José Luis Abarca como candidato a la presidencia municipal, pero eso no los hace delincuentes.
No todo México es Iguala
Como que va siendo hora que así como nos lamentamos y protestamos, con justa razón, por lo sucedido con los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos, también le digamos al mundo que no todo en México es Iguala, o Tlatlaya.
Sin dejar de exigir que se haga justicia, es tiempo que por el bien de nosotros mismos, le hagamos saber al mundo que México no es el país que están pintando en los medios internacionales.
Que el hecho de que existan manos que mecen la cuna para venderle al mundo una imagen apocalíptica, lo cierto es que la inseguridad y la violencia eran muchísimo más graves en el sexenio de Felipe Calderón.
Y para quien diga que no, que vaya y se asome a las fosas clandestinas en las que yacen los cuerpos de los miles de desaparecidos del sexenio de Felipe Calderón.
Ya hubiéramos querido escuchar al exrector de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente, decir que las instituciones de la República no funcionaban ante la evidencia de los más de 80 mil muertos y 20 mil desaparecidos del sexenio de Felipe Calderón.
Pero tuvo una actitud muy distinta, por cierto, a la posición crítica y valiente que asumió en su momento quien fuera rector del Tec de Monterrey, Rafael Rangel Sostmann.
El colmo
Ahora resulta que el ahijado de la maestra Elba Ester Gordillo, Fernando Bibriesca Sahagún, uno de los hijos de Marta Sahagún e hijastro de Vicente Fox, podría llegar a tener el respaldo del PRI para ser el próximo presidente municipal de Celaya.
Si esto llega a suceder equivaldría al suicidio político del PRI en Guanajuato.
