Los que tuvieron la oportunidad de escuchar la defensa de Cuauhtémoc Gutiérrez en un programa de radio, se habrán dado cuenta que basta con escuchar las expresiones del expresidente del PRI en el DF para concluir que Gutiérrez es un personaje absolutamente impresentable.
Y más aún, cuando el “príncipe de la basura” se declaró víctima de una extorsión mediática.
Por otra parte, en la misma entrevista, César Camacho dejó perfectamente claro que la renuncia de Cuauhtémoc Gutiérrez fue una exigencia del presidente nacional del PRI, y no una iniciativa del “príncipe de la basura”.
El PRI ya hizo lo que tenía que hacer, y mas considerando que las elecciones del 2015 están a la vuelta de la esquina.
Corresponde ahora a la procuraduría general de justicia del DF hacer lo que está obligado a hacer por ley, si no quiere cargar con el costo político de culpas que ni siquiera son suyas.
Primer pacto por evento
Como lo anunciamos ayer, el priista Manlio Fabio Beltrones, el panista Luis Alberto Villareal, y el perredista Silvano Aureoles, con las venias respectivas, suscribieron el primer pacto por evento de la temporada para designar a los nuevos consejeros del INE.
Al final los panistas fueron disuadidos de dejar atrás sus pretensiones de que Arturo Sánchez Gutiérrez fuera el nuevo consejero presidente del INE.
El nombramiento de presidente del INE recayó en el joven abogado Lorenzo Córdoba, que es bien visto por todos.
Hasta no ver, no creer
No es que seamos incrédulos, pero ante tantas promesas incumplidas de que el Gobierno Federal desarmaría a los grupos de autodefensas, es lógico que haya reservas para creer que la nueva promesa que hizo ayer el secretario de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, esta vez sí se cumpla.
Ojala, y esta vez no se atraviese un comisionado que trate de darle vueltas a lo que establece claramente la ley.
Conspiración antropológica
Nos reportan que el secretario técnico del Instituto Nacional de Antropología, César Moreno, aspira a quedarse con el cargo de la directora general de la institución, María Teresa Franco.
Lo criticable del caso no es tanto que Moreno ambicione llegar a esa posición, sino que esté usando la vía de la conspiración para lograrlo.