Importaciones: Efecto sobre empleo

El indicador de la producción es en sí mismo importante, pero adquiere mayor significación si lo correlacionamos con otros. Por ejemplo, el consumo de acero se incrementó –en ese mismo periodo- en el 17. 1 por ciento y fue de 16.1 millones de toneladas, en número redondos 4 millones de toneladas por encima de lo producido.

Sin embargo, la ecuación no es tan simple como para señalar que esos 4 millones de toneladas proceden de la importación de acero, ya que nuestro país también es exportador de este commodity. 

Octavio Rangel Frausto Octavio Rangel Frausto Publicado el
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El indicador de la producción es en sí mismo importante, pero adquiere mayor significación si lo correlacionamos con otros. Por ejemplo, el consumo de acero se incrementó –en ese mismo periodo- en el 17. 1 por ciento y fue de 16.1 millones de toneladas, en número redondos 4 millones de toneladas por encima de lo producido.

Sin embargo, la ecuación no es tan simple como para señalar que esos 4 millones de toneladas proceden de la importación de acero, ya que nuestro país también es exportador de este commodity. 

Las cifras son elocuentes, para el periodo al que se refiere este comentario, las exportaciones alcanzaron 3.4 millones de toneladas; mientras que las importaciones llegaron a la importante cifra de 6.9 millones de toneladas; es decir, que nuestra balanza comercial es deficitaria.

La radiografía hecha a la balanza comercial siderúrgica muestra que de los 10 países de los que proviene el mayor volumen de nuestras importaciones de productos siderúrgicos, el 59.6 por ciento correspondió a Estados Unidos, Japón, Canadá, Alemania e Italia, que son nuestros socios comerciales.

En tanto que el 28.1 por ciento tuvo su origen en Corea del Sur, Brasil, Rusia, China y Ucrania, países con los cuales no tenemos tratados comerciales firmados.

Frente a este crecimiento importante, es vital identificar operaciones de comercio desleal y poder proceder con las investigaciones antidumping correspondientes.  

En el marco de una política industrial inteligente que reconozca el hecho incontrovertible de la globalización, pero que voltee hacia el interior del país para favorecer producción y competitividad. 

La industria siderúrgica nacional no le tiene miedo a la competencia internacional, solo pide que el juego se de en cancha pareja.

En el recién terminado 53 Congreso de Alacero se presentó la continuación de un estudio intitulado “La cadena metalmecánica en América Latina. Caso México”, en el que se concluye que en el largo plazo el PIB de México no se verá favorecido por las compras de bienes chinos. 

También dicho estudio complementa que por cada punto porcentual que aumentan las compras al país asiático, existe una reducción de 0.125 por ciento del PIB, lo cual se traduce en casi 1.25 mil millones de dólares, o 16.3 mil millones de pesos. Por cada punto porcentual que aumentan las importaciones, se dejan de generar 3 mil empleos.

*Director General de la Cámara de la Industria del Hierro y del Acero.

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